Papa: Epifanía, la salvación de Cristo no conoce fronteras

En el Ángelus, el Papa Francisco saludó a los ortodoxos, que mañana celebrarán la Navidad. "Por medio del anuncio del Evangelio", la luz de Cristo "se difunde en todo lugar y en todo momento". "La estrella es Cristo, pero también nosotros podemos y debemos ser la estrella, para nuestros hermanos y hermanas". Deseos de paz para la República Centroafricana.

 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - La Epifanía, que continúa el acontecimiento de la Navidad, celebra "la salvación de Cristo", que "no conoce fronteras". La Natividad de Jesús, en efecto, es "luz que ilumina a cada hombre, luz que hay que acoger en la fe y luz que hay que llevar a los demás en la caridad, en el testimonio, en el anuncio del Evangelio".

Con estas palabras introdujo el Papa Francisco la oración del Ángelus de hoy, solemnidad de la Epifanía.

Desde la biblioteca del palacio apostólico, el Papa habló primero de la luz que prometieron los profetas (ver Isaías 60,1-6). “Esta luz - explicó - tiene la fuerza para atraer a todos, los que están cerca y los que están lejos, todos se ponen en camino alcanzarla (cf. v. 3). Es una visión que abre el corazón, infunde aliento, invita a la esperanza. Por supuesto, la oscuridad está presente y es una amenaza, en la vida de cada uno y en la historia de la humanidad, pero la luz de Dios es más poderosa”.

“Esta luz –siguió diciendo– es el Niño de Belén, es Jesús, aunque no todos acepten su realeza. Él es la estrella que apareció en el horizonte, el Mesías esperado, Aquel a través del cual Dios realiza su reino de amor, justicia y paz. Nació no solo para algunos, sino para todos los hombres, para todos los pueblos”.

“¿Cómo se difunde la luz de Cristo en todo lugar y en todo momento? No a través de los poderosos medios de los imperios de este mundo, que siempre están buscando dominarla. No. Sino a través del anuncio del Evangelio. Y con el mismo “método” elegido por Dios para venir entre nosotros: la encarnación, es decir, hacerse prójimo del otro, encontrarlo, asumir su realidad”.

"La estrella es Cristo, pero la estrella podemos y debemos ser también nosotros, para nuestros hermanos y hermanas, testigos de los tesoros de infinita bondad y misericordia que el Redentor ofrece gratuitamente a todos".

Después de la oración mariana, el Papa saludó a las comunidades ortodoxas que, según el calendario juliano, celebran mañana la fiesta de Navidad.

También deseó al pueblo de la República Centroafricana que pueda caminar "en paz", después de las elecciones presidenciales que tuvieron lugar en el país el pasado 27 de diciembre.