Xi Jinping refuerza el control del Partido y su propia autoridad
de Willy Lam

Los miembros del Partido Comunista Chino y los medios de comunicación deben alinearse aún más con los dictados del presidente chino. Los gigantes de la hi-tech, vistos como un peligro, deben ser controlados. Las tácticas para eludir la estrategia de contención internacional orquestada por los EE.UU. Todo dependerá de los resultados económicos.


Hong Kong (AsiaNews) – El Partido Comunista Chino quiere aprovechar las celebraciones del centenario, en el mes de julio, y su XX Congreso en 2022 para consolidar el poder.  Intensifica la censura interna, en los medios de comunicación online y en grupos tecnológicos como Alibaba, el gigante del comercio electrónico fundado por Jack Ma. Xi Jinping recurre a los grandes acuerdos comerciales para evitar la creación de un frente anti-Beijing orquestado por EE.UU. Pero los planes del régimen se ven amenazados por el alto desempleo y la creciente deuda pública. Análisis del periodista y politólogo Willy Lam. Cortesía de la Jamestown Foundation (traducido al español por AsiaNews).

 

Introducción

Bajo el mando de Xi Jinping, la dirigencia de la República Popular China (RPC) impulsa medidas en varios frentes para asegurarse el éxito de las celebraciones del centenario del Partido Comunista Chino (PCC) en julio de este año y del XX Congreso del PCC, previsto para la segunda mitad de 2022. Pone especial hincapié en la preservación de la estabilidad política y en la consolidación de la autoridad aparentemente inexpugnable del Presidente Xi, quien también se desempeña como Secretario General del PCC y Presidente de la Comisión Militar Central (CMC).

"Desconfiar  de los peligros en medio de la estabilidad" fue el tema clave de una reunión del Comité Permanente del Politburó convocada el 7 de enero. Xinhua señaló que como este año  se cumple el centenario de la fundación del Partido, los cuadros y miembros deben elevar su "juicio político, conciencia política y [la eficacia de] la ejecución política". "En términos de ideología, política y acción [debemos]  mantenernos unidos al centro del partido (党中央, dangzhongyang) con Xi Jinping como su núcleo", afirmó Xinhua citando el comunicado del Politburó. Así mismo, citó a Xi cuando exhortó a los miembros del PCC a "obtener resultados superiores para celebrar el centenario del Partido", en particular en lo que concierne a "administrar el partido con severidad, construir incesantemente una gobernanza limpia... y mantener una buena actitud espiritual y de trabajo" (People’s Daily, 8 de enero; Xinhua, 8 de enero).

 

Censura sobre los miembros del partido y los medios

A principios de enero, el PCC aprobó un "Reglamento sobre la salvaguarda de los derechos de los miembros del Partido Comunista Chino" (中国共产党党员权利保障条例, zhongguo gongchandang dangyuan quanli baozhang tiaoli) (en adelante "Reglamento del PCC"). El Reglamento del PCC teóricamente contribuiría a la "democracia intrapartidaria", asegurando que el partido, encabezado por su  "líder central", Xi-, respete los derechos individuales de sus miembros, incluida la libertad de criticar las políticas y el estilo de trabajo de sus dirigentes. Sin embargo, el Reglamento del PCC también advierte que las críticas a la dirigencia del Partido deben hacerse a través de los canales designados a tal fin. Los miembros que ejerzan su función de supervisión deben hacerlo "a través de canales de organización [departamentos]" (应当通过组织管道, ying dang tongguo zuzhi guandao) El Reglamento del PCC añade que los miembros del partido tienen prohibido "expresar abiertamente opiniones y sugerencias que vayan en contra de las teorías, líneas, objetivos y medidas del Partido o de la aplicación de las principales políticas del centro del partido" (Xinhua, 5 de enero).

Al mismo tiempo, la agencia gubernamental china de Administración del Ciberespacio (CAC) publicó una versión actualizada del borrador de un proyecto, Reglamento sobre el servicio de información en Internet" (互联网信息服务管理办法 [修订草案征求意见稿], hulianwang xinxi fuwu guanli banfa [xiuding caoan zhenqiu yijian gao]) (en adelante "Proyecto de Reglamento de la CAC"), cuya primera versión data del 2000. En el proyecto del reglamento se define en detalle cómo deben funcionar ciertos productos como los motores de búsqueda, la mensajería instantánea, los sitios web, los pagos en línea, el comercio electrónico y la descarga de programas informáticos. Se han añadido nuevas cláusulas para hacer frente a las formas desenfrenadas de fraude en Internet, como el robo de identidad y las noticias falsas, entre otros puntos (CAC.gov.cn, 8 de enero; SCMP, 8 de enero).

La publicación del proyecto del reglamento actualizado del CAC coincidió con el enjuiciamiento de varios ciudadanos, periodistas y profesionales que expusieron el origen del coronavirus de Wuhan a principios de 2020. El más famoso y efectivo de estos reporteros, Zhang Zhan (张展), fue recientemente condenado a cuatro años de cárcel por "iniciar pleitos y provocar desórdenes". La sentencia, totalmente inusual, provocó críticas de los Estados Unidos y de varios países más (Voachinese.com, 5 de enero; BBC China, 29 de diciembre de 2020). Si se analizan estas nuevas regulaciones de censura en conjunto, todo indica que el régimen parece haber fortalecido su control sobre la sociedad civil.

 

La lucha contra la corrupción y los grandes monopolios

En comparación con su primer mandato de cinco años (2012-2017)   - cuando Xi estableció su reputación de asesino de "tigres" entre los funcionarios corruptos - la reciente campaña contra los “tejemanejes” ha sido relativamente tranquila. El miembro del Comité Permanente del Politburó (PSC) Zhao Leji (赵乐际), que dirige el organismo supremo de lucha contra la corrupción, la Comisión Central de Inspección Disciplinaria (CCDI), ha asumido un perfil mucho más bajo que su predecesor, el Vicepresidente Wang Qishan (王岐山). Sin embargo, a partir del último trimestre de 2020, varios funcionarios y líderes de empresas estatales con rango de viceministro o superior fueron detenidos por obtener ganancias mal habidas, ya sea de asociados o amigos en busca de favores. Entre ellos figuran el vicealcalde de Chongqing, Deng Huilin (邓恢林); el vicegobernador de Qinghai, Wen Guodong (文国栋); el presidente de la China State Shipbuilding Industry Corp (Corporación de la Industria de Construcción Naval del Estado de China, CSIC) Hu Wenming (胡问鸣), y el responsable de la contabilidad de China Oil and Foodstuffs Corp (COFCO), Luo Jiamang (骆家駹). Los cuatro fueron expulsados del partido a principios de este año tras una investigación por delitos económicos (China Daily, 5 de enero; Caixin, 27 de octubre de 2020).  El 5 de enero, la nación quedó conmocionada cuando Lai Xiaomin (赖小民), el ex presidente del gigante financiero estatal China Huarong Asset Management Corp., fue condenado a muerte por sobornos que rondan los 1,8 mil millones de RMB (poco menos de 278 millones de dólares). Desde la época de la Reforma y la Apertura, Lai representa uno de los pocos casos de un cuadro de nivel viceministerial condenado a muerte por corrupción (People's Daily, 6 de enero; RTHK, 5 de enero).

Además, la Administración Estatal para la Regulación del Mercado recientemente lanzó su campaña antimonopolio contra las empresas privadas, que podría ser la más grande de su historia. Esta apunta en particular contra las empresas de Internet de gran éxito, como el Grupo Alibaba (China Brief, 6 de diciembre de 2020).  El mes pasado, un comentario del People 's Daily señaló que "la monopolización impide la competencia leal, distorsiona la distribución de los recursos, perjudica los intereses del mercado [economía] y de los consumidores, [y] apaga el progreso tecnológico". El medio que hace de portavoz del Partido añadió que China, un líder mundial en la economía digital, necesita "luchar contra el monopolio y asegurar un desarrollo saludable del sector [de las Tecnologías de la Información] estableciendo regulaciones para el campo digital a fin de construir una base sólida para su desarrollo futuro”. (People’s Daily, 24 de diciembre, 2020). Yuan Jiajun (袁家军), secretario del partido en la provincia de Zhejiang, donde tienen su base Alibaba y numerosas empresas privadas de tecnología, reveló que el impulso antimonopolio era "una política de gobierno diseñada por el centro del partido, cuyo núcleo es Xi Jinping". "Zhejiang está más desarrollado en lo que concierne a economía de plataforma, economía en línea y fintech", dijo Yuan, quien es visto como un protegido de Xi. "Debemos, por un lado, demostrar nuestra capacidad de innovación y nuestro vigor en estos sectores y, al mismo tiempo, estar en primera línea en lo que respecta a su supervisión y administración" (Zhejiang Daily, 29 de diciembre de 2020; Apple Daily, 29 de diciembre de 2020).

Hay una intensa especulación con respecto a si la dirección de Xi favorecerá alguna forma de integración de las empresas públicas y privadas, siguiendo el modelo de "cogestión público-privada" (公私合营, gongsiheying) que practicó Mao Zedong en los años cincuenta (CGTN.com, 20 de octubre de 2020). Esto se debe, en parte, a los crecientes niveles de deuda acumulada, tanto por las empresas públicas como por las administraciones regionales. En el último año, Beijing ha incrementado el número -y el poder- de las células del partido en las empresas no- estatales (China Brief, 28 de septiembre de 2020).

El gobierno central también forzó a varias empresas privadas rentables a que inviten a las empresas públicas a adquirir partes considerables de sus acciones a precios inferiores a los del mercado o sin costo alguno. El ejemplo más conocido tuvo lugar a finales del año pasado, cuando la famosa Kweichow Moutai Co. Ltd. entregó el 4% de sus acciones -por un valor de 90.000 millones de RMB (13.800 millones de dólares)- a una empresa pública de la provincia de Guizhou (The Paper [Shanghai], 24 de diciembre de 2020; Finance.sina.com, 23 de diciembre). Además de asegurar una mayor participación en los beneficios de los gigantes tecnológicos privados, esas actividades también impulsan el control directo de Xi sobre sectores clave de la economía.

 

Conclusión

Xi insiste en evitar los peligros derivados de la inestabilidad. Esto también incluye desactivar los desafíos de EE.UU., que supuestamente está patrocinando una "política de contención anti-China". Beijing ha aprovechado el semi-vacío de poder americano durante la transición presidencial (de Trump a Biden) para proyectar tanto el poder duro como el blando. En vista de la estrategia - ampliamente anticipada por Biden - de forjar un frente común entre los países y regiones democráticos como la Unión Europea, Australia y varios países asiáticos para frenar el expansionismo chino, la administración del PCC ha consolidado rápidamente su colaboración económica con una serie de naciones a través de tratados multilaterales como el Regional Comprehensive Economic Partnership (RCEP) (China Brief: December 10, 2020; December 23, 2020). El 31 de diciembre de 2020, Beijing y la Unión Europea concluyeron las negociaciones finales para el EU–China Comprehensive Agreement on Investment (CAI).

El CAI aún debe ser ratificado por el Parlamento Europeo, pero en general es visto como un esfuerzo orientado a abrir una brecha entre los Estados Unidos y la UE, en particular en lo que respecta a la formación de una política común contra China (edición china del New York Times, 7 de enero; edición china de la BBC, 31 de diciembre de 2020). Por otro lado, el RCEP y el CAI también son considerados como un estímulo para que China piense en la posibilidad de adherirse al Comprehensive and Progression Agreement on the Trans Pacific Partnership (CPTPP) (Ming Pao, 3 de enero; edición china de Deutsche Wells, 30 de diciembre de 2020). Por otro lado, el aparente éxito de Beijing en la proyección de su poderío mundial tiene por objetivo promover el nacionalismo y el orgullo por los logros del país. Y se espera destacar todo ello durante las celebraciones del centenario del PCC este año, así como en el próximo Congreso del Partido, en 2022.

Sin embargo, en última instancia, mucho depende de la trayectoria de la economía nacional, duramente golpeada por la pandemia. Aunque las organizaciones internacionales (incluidas las agencias de calificación) estiman el crecimiento del PIB en 2020 entre el 1,8 y el 2,5%, los persistentes problemas de desempleo, y la elevada deuda que acumulan empresas públicas y administraciones locales siguen siendo una amenaza para la recuperación sostenida (Guangming Daily, 15 de diciembre de 2020; Xinhua, 18 de septiembre de 2020). Hace casi dos años, en un discurso de 2019, Xi puso en guardia sobre los eventos que se registraban en el país y que el definió como “cisne negro” (China Brief, 20 de febrero de 2019). Después de la pandemia de COVID-19, la propensión a los disturbios sociales a gran escala sigue siendo relativamente alta. Además, la capacidad de Beijing para invertir en proyectos mundiales como Belt and Road Initiative - un medio importante para que China impulse su perfil internacional- es limitada, debido al agotamiento de las arcas del Estado (Radio French International, 9 de diciembre de 2020; Ming Pao, 9 de diciembre de 2020). En cualquier caso, el gran interrogante es si el régimen chino será capaz de utilizar los grandes acontecimientos como el centenario o el XX Congreso del Partido para aumentar su prestigio y la autoridad del "núcleo central" del partido.