Los investigadores llegaron hace dos semanas. Preparados para entrevistar a pacientes infectados, enfermeras y técnicos de laboratorio. Pidieron datos sobre el mercado de la ciudad donde suponen que se propagó el virus. El gobierno silencia a los ciudadanos que quieren hablar con el equipo de expertos. Beijing restringe los viajes por el Año Nuevo Lunar.
Beijing (AsiaNews) - Las familias de las víctimas del Covid-19 en Wuhan piden reunirse con el equipo de investigación de la Organización Mundial de la Salud. El gobierno chino se opone a la solicitud: un obstáculo más para la misión internacional.
Hoy se cumplieron las dos semanas de cuarentena para los expertos de la OMS que deben investigar el origen de la pandemia de coronavirus. Los investigadores llegaron el 14 de enero a Wuhan, donde apareció por primera vez el virus. Están listos para entrevistar a pacientes infectados, enfermeras y técnicos de laboratorio, así como examinar todos los datos científicos sobre muestras humanas, animales y ambientales tomadas del mercado de la capital de Hubei, donde se supone que se difundió la enfermedad.
La misión fue decidida en mayo por la Asamblea de la OMS. China la boicoteó durante meses, cuestionando reiteradamente la elección del equipo de expertos. Durante el período de confinamiento, los miembros del equipo conversaron a través de la web con sus colegas chinos que realizaron la primera parte de la investigación.
Desde que estalló la pandemia entre finales de 2019 y principios de 2020, la OMS ha sido acusada a menudo de encubrir a China, a la que muchos países consideran culpable de mentir sobre la propagación del coronavirus. Donald Trump, presidente de Estados Unidos en ese momento, acusó al director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, de ser una "marioneta" en manos de Beijing. Supuestamente, colaboró con las autoridades chinas para encubrir y retrasar la declaración sobre la transmisibilidad del virus de persona a persona, así como la declaración de emergencia mundial, aceptando que sus técnicos no acudieron a Wuhan al comienzo de la crisis sanitaria.
Varios observadores dudan de que el gobierno chino coopere plenamente con los expertos de la OMS. Dos días después de que los investigadores llegaran a China, el gobierno chino prohibió un grupo formado por familiares de personas que murieron en Wuhan por Covid-19: algunos de ellos terminaron bajo vigilancia. A través de las redes sociales, pidieron reunirse con la delegación de la OMS para contar lo que había ocurrido a sus seres queridos.
Zhang Hai, uno de los miembros del grupo, denunció que el "éxito" de las autoridades en la contención de la pandemia se logró a costa de confinamientos "inhumanos". Beijing afirma haber tenido algo más de 89 mil casos de contagio y 4.636 muertes: mucho menos que los registros de Europa y Estados Unidos. Sin embargo, han estallado nuevos brotes de infección en el país. En la capital, por ejemplo, la situación se califica como "compleja".
Las autoridades parecen preocupadas. Prueba de ello son las medidas restrictivas adoptadas para las vacaciones del Año Nuevo Lunar, que cae el 12 de febrero. Millones de chinos no podrán visitar a sus familiares, cuando volver a sus lugares de origen es una tradición durante estas fiestas. Desde ayer el gobierno "aconsejó" a la población que se quede en sus casas; se han cancelado vuelos y trenes y se han implementado confinamientos localizados en muchas provincias.