La ONU debe involucrarse para que los países del Sur del mundo también puedan tener acceso a la vacuna. Eliminar o reducir la deuda externa para crear estructuras sanitarias. El problema de las patentes.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Las vacunas contra el Covid-10 están creando una nueva desigualdad: los países del Norte del mundo que han podido invertir dinero en investigación ahora esperan disponer de ellas, pero el Sur no puede hacerlo. Caritas Internationalis, el organismo de la Iglesia católica, lanzó una alarma sobre el nacionalismo y el proteccionismo que están creando las vacunas. Denuncia también el egoísmo de los ricos y pide que las Naciones Unidas se involucre en el problema de una distribución equitativa de las vacunas.
En una nota difundida hoy, el organismo católico destaca que "nadie debe quedar excluido" de la posibilidad de ser vacunado. “Estamos - afirma - en un momento crucial, una oportunidad para vivir el milagro de la caridad, afrontando juntos el desafío actual. El acceso a las vacunas en todo el mundo no ha sido tan equitativo como debería. Es triste constatar que no todas las naciones y los que quieren o necesitan la vacuna pueden obtenerla por cuestiones de suministro, mientras que, en nuestro mundo interconectado, las vacunas deberían estar disponibles de manera equitativa. Puesto que toda vida es inviolable, ninguna debe quedar excluida. Los pobres, las minorías, los refugiados y los marginados son los más expuestos al virus. Cuidar de ellos es una prioridad moral porque abandonarlos los pone en peligro a ellos y a la comunidad mundial. Nuestro bienestar colectivo depende de cómo cuidemos a los últimos”.
Y dado que la epidemia ha afectado a todo el mundo, no se puede abordar desde una perspectiva nacional y nacionalista. “Abordar el tema de las vacunas desde la perspectiva de una estrategia nacional estrecha podría conducir a un fracaso moral en cuanto a satisfacer las necesidades de los más vulnerables en todo el mundo. La actual crisis de las vacunas debe ser considerada en el contexto más amplio de la situación sanitaria mundial”.
Por eso Caritas Internationalis exhorta a los responsables políticos nacionales y a las Naciones Unidas a que actúen de la siguiente manera: “-Convocar una reunión del Consejo de Seguridad para abordar la cuestión del acceso a las vacunas como un problema de seguridad mundial con decisiones políticas firmes basadas en el multilateralismo. - Emprender la condonación de la deuda de los países más pobres lo antes posible y utilizar los fondos obtenidos para mejorar los sistemas médicos y sanitarios de estos países. - Promover la producción local de vacunas en diferentes polos técnicos de África, América Latina y Asia y ponerlas a disposición en los próximos seis meses, abordando la cuestión de las patentes y la colaboración técnica con las naciones más pobres. - Asignar apoyo financiero y técnico a las organizaciones locales de la sociedad civil y a las organizaciones religiosas en particular, para garantizar la sensibilización de las comunidades locales y el desarrollo de capacidades para prepararlas a tener acceso a la atención preventiva”.
Por último, la nota pone en evidencia que si la pandemia "se desbordara en el Sur del mundo”, esto podría desembocar en una nueva crisis humanitaria mundial.