El ISIS atacó un convoy de soldados sirios: al menos 26 víctimas

El asalto tuvo lugar en la provincia de Deir Ezzor, en el este de Siria. Los soldados estaban acantonados en la zona, en busca de milicianos yihadistas. Ayer, las autoridades sirias anunciaron el hallazgo del cuerpo del director del sitio arqueológico de Palmira. El hombre fue decapitado en 2015. Se realizarán pruebas de ADN para confirmar la identidad.


Damasco (AsiaNews/Agencias) - Un convoy de soldados del ejército fiel al gobierno fue atacado por milicias del Estado Islámico (EI, ex ISIS) cerca de la frontera con Irak, en el este sirio. Según informes del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con base en el Reino Unido que cuenta con una densa red de corresponsales en la zona, al menos 26 soldados leales al presidente Bashar al Assad murieron en el ataque de ayer.

Según testigos oculares, el ataque yihadista se produjo en las primeras horas de la mañana en la provincia de Deir Ezzor. El convoy circulaba por la zona en busca de células yihadistas o lobos solitarios leales al Estado Islámico y listos para atacar. "Los violentos choques entre los dos frentes", dijo una fuente, "dejaron un gran número de víctimas. Se trata de los combates más intensos desde principios de año". 

Asimismo ayer, a seis años de su decapitación a manos de los milicianos del califato -un hecho que provocó indignación y consternación-, se encontraron los restos de Khaled Asaad, el arqueólogo y director del sitio de Palmira. El hombre fue decapitado por intentar defender el centro arqueológico, patrimonio de la UNESCO. Los milicianos asesinaron brutalmente al investigador de 82 años porque se habría negado a revelar el lugar donde se ocultaban valiosas piezas. Cabe señalar que el grupo yihadista revendía en el mercado negro este tipo de objetos para financiar la guerra en Siria e Irak. 

Los medios estatales sirios informaron que el cuerpo estaba entre los tres cadáveres descubiertos en Kahloul, una ciudad al este de Palmira. En las próximas semanas se llevarán a cabo pruebas de ADN para verificar la identidad del hombre y confirmar el hallazgo. Khaled Asaad dedicó más de 50 años de su vida al sitio de la Antigüedad, patrimonio de la UNESCO, situado cerca de un oasis en el desierto sirio, al noreste de Damasco. 

En el momento del avance de los milicianos, tres hijos del director y un yerno, que también eran arqueólogos, huyeron a la capital, llevándose varias piezas y hallazgos de gran valor, que se conservan en el museo de Tadmor, una ciudad cercana. Assad, por el contrario, quería quedarse en Palmira pues decía que pertenecía a la zona: "Me quedaré aquí -fueron sus palabras- aunque me maten”.

Khaled Asaad habría sido decapitado en una plaza pública de Tadmor en agosto de 2015 por negarse a cooperar con los yihadistas. Su cuerpo fue expuesto, colgado hacia abajo.