Singapur, la esposa de un policía admite que torturó y mató a una empleada doméstica birmana

La mujer castigó con el hambre y asfixió a Piang Ngaih Don.  Las torturas con un hierro al rojo vivo. Gaiyathiri Murugayan podría ser condenada a cadena perpetua. Abogado defensor: la acusada sufría de depresión. La policía suspendió al marido. Ya se han producido varios casos de abuso contra trabajadores extranjeros.


Singapur (AsiaNews/Agencias) - La esposa de un oficial de policía admitió que sometió al hambre, torturó y luego mató a la empleada doméstica birmana que trabajaba para ellos. Por el comportamiento "malvado e inhumano" de Gaiyathiri Murugayan, el fiscal solicitó que sea condenada a cadena perpetua.

La víctima, Piang Ngaih Don, murió por asfixia en junio de 2016. Pesaba 24 kg en el momento de su muerte. La joven de 24 años se había trasladado a Singapur en 2015, e inmediatamente halló un empleo en la casa de Murugayan. Según el relato del tribunal, la dueña de casa torturó a la joven empleada porque le parecía "lenta, poco higiénica" y porque "comía demasiado".

Las imágenes tomadas por las cámaras de video-vigilancia de la casa muestran las agresiones diarias que sufría Piang. Murugayan (y su madre) la quemaban con un hierro candente y la arrojaban al suelo, “como a una muñeca". Su comida diaria consistía en una rebanada de pan mojada en agua, comida congelada y un poco de arroz.

La defensa pidió una reducción de pena para Murugayan. Los abogados intentaron suavizar la posición de la acusada alegando que en el momento del asesinato sufría depresión y un trastorno obsesivo compulsivo. La madre de Murugayan y su marido también están acusados. El esposo, Kelvin Chelvam, fue suspendido de la policía en 2016.

Josephine Teo, la ministra de Trabajo de la ciudad-estado, calificó como "escalofriante" el asesinato de Piang. Remarcó cuán limitados son los sistemas de control de las condiciones de trabajo; la agencia de empleo había realizado varias visitas al lugar de trabajo de la mujer asesinada, pero jamás denunció las irregularidades.

En los últimos años, en Singapur se produjeron varios casos de abuso contra empleadas domésticas extranjeras. En la ciudad se desempeñan unas 250.000 trabajadoras, procedentes principalmente de Filipinas, Indonesia y Myanmar. En 2017, una pareja fue a la cárcel por matar de hambre a su trabajadora filipina; en 2019, otra pareja fue encarcelada por abusar de una empleada doméstica originaria de Myanmar.