Daca, ataques y desalojos: dos iglesias protestantes bajo la mira
de Sumon Corraya

En el distrito de Bandarban, un templo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día fue demolido por no contar con el debido permiso, pero hay otros lugares de culto en la zona. En Aditmari, otra iglesia fue atacada por fundamentalistas, enfadados ante la presencia de nuevos cristianos. Bangladesh Christian Association: "A todos se les debe garantizar el derecho a practicar la propia religión; debe hacerse justicia".


Daca (AsiaNews) - El ataque y demolición de dos iglesias en los últimos días genera preocupación entre los cristianos de Bangladés. El 25 de febrero, 10 empleados del Departamento Forestal demolieron la iglesia de Sathirampara en Alikadam (distrito de Bandarban). Se trata de una iglesia Adventista del Séptimo Día que estaba en construcción: la comunidad se disponía a reemplazar la antigua choza de bambú, transformada en iglesia, por un edificio de ladrillos. Los funcionarios de la oficina forestal les denegaron el permiso, alegando que el terreno es suyo, a pesar de que en la misma zona ya hay cuatro mezquitas, tres templos budistas, cuatro grandes mercados y también escuelas públicas y privadas. Jamás se ha informado que hubiera problemas en ninguno de estos edificios.

Sathiram Tripura, uno de los responsables de la iglesia de Sathirampara, cuenta a AsiaNews que los habitantes de dos pueblos de las colinas acuden a este lugar de oración desde hace muchos años. "Los miembros de la comunidad", explica, "apartaron dinero durante 15 años para construir la iglesia de ladrillos. Es muy triste no poder terminar la obra". La demolición tuvo lugar mientras los hombres trabajaban en el bosque. Tripura también informa que la comunidad cuenta con más de 100 personas y que ahora se encuentran rezando a la intemperie. Sin una iglesia, la situación será aún más complicada cuando comience la temporada de lluvias. El funcionario del departamento forestal S. M. Kawsar desmiente que su administración haya destruido una iglesia, y afirma que solo han desalojado un terreno que es propiedad del gobierno. "Para realizar cualquier obra de construcción se necesita un permiso", añade, "y los cristianos no lo tenían. En este pueblo", dice, "sólo hay tres o cuatro familias cristianas, así que no hace falta una iglesia”.

Pocos días antes, hubo otro incidente en la localidad de Aditmari, en el distrito de Lalmonirhat, en el norte de Bangladés: el 10 de febrero, un grupo de musulmanes locales atacó la Iglesia Emmanuel, una iglesia protestante que existe desde 2003, en un pueblo musulmán. El pastor local, Lovlu S. Levy, dijo que cuatro asaltantes destruyeron el letrero de la iglesia, cortaron árboles, forzaron la entrada y robaron 30 sillas y dos alfombras valuadas en unas 14.000 takas (140 euros). "Los habitantes de esta zona son fundamentalistas. Cuando fui a la policía por primera vez, no quisieron tomar la denuncia del incidente; además, me dijeron que no informara a los periodistas sobre el ataque”.

Al parecer, la violencia contra la Iglesia se desencadenó luego de una campaña contra los cristianos desplegada en un waz mahfil (lugar de reunión islámico) local, donde los líderes religiosos musulmanes difunden discursos de odio. El pastor Lovlu S. Levy también dijo que la ira contra los cristianos está relacionada con el hecho de que nuevos creyentes se han unido a la comunidad: "Los musulmanes están enojados porque hemos recibido a Cristo, y por eso nos atacan. Ahora vivimos con miedo, diez nuevos creyentes han huido del pueblo, temiendo por su seguridad".

El presidente de la Bangladesh Christian Association, Nirmol Rozario, condenó los dos incidentes. Al comentar el caso de la iglesia de Sathirampara, recordó que todo el mundo tiene derecho a practicar su religión. “Pido a las autoridades locales que garanticen que los fieles cristianos puedan construir pronto su propia iglesia”, añadió. En cuanto al atentado de Aditmari, "los musulmanes radicales intentaron asustar a los cristianos. Condenamos el atentado -concluyó- y pedimos justicia”.