La crisis birmana preocupa a los gobiernos de la Asean: no más violencia
de Mathias Hariyadi

En nombre del grupo, la ministra de Relaciones Exteriores de Indonesia renueva la solicitud a la junta para que salvaguarde los aspectos "humanitarios" y evite una deriva “crítica”. Gobiernos de la región divididos entre el principio de no injerencia y el respeto a los derechos. Yakarta propone la “vía indonesia” para superar la crisis.

 


Yakarta (AsiaNews) - La crisis en Myanmar preocupa a los gobiernos de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), que al finalizar la reunión virtual sobre la emergencia renovaron sus llamamientos para que se detenga la violencia. Retno Marsudi, ministra de Relaciones Exteriores de Indonesia, reiteró hoy en nombre del grupo la exhortación a la junta militar birmana para que salvaguarde los aspectos "humanitarios" con el fin de evitar una deriva "cada vez más crítica" de la situación.

Marsudi expresó los temores de todo el grupo, insistiendo en que no se debe usar la fuerza para dispersar a los manifestantes y pidiendo la liberación de Aung San Suu Kyi. Por un lado, explicó la titular de la diplomacia de Yakarta, el principio de actuación de la ASEAN es la "no injerencia" en los asuntos internos de otra nación miembro del grupo. Por otro lado, se invita a respetar la carta de asociación que protege los derechos humanos y la libertad de pensamiento.

“Eso implica - señala Marsudi - mostrar un fuerte respeto y compromiso [político] con el ejercicio de los principios fundamentales y altos valores como la democracia y los derechos humanos. Estos son aspectos muy importantes que se deben ejercer y respetar [también por el gobierno actual de Myanmar]. Me gustaría insistir en mi mensaje: eso es muy importante”.

El 24 de febrero Marsudi, junto con su homólogo tailandés Don Pramudwinai, se reunió en Bangkokj con el ministro de Relaciones Exteriores del gobierno militar provisorio de Myanmar, Wunna Maung Lwin, para discutir una serie de cuestiones relacionadas con la crisis birmana. En un principio la reunión estaba programada en Naypyidaw, la capital de Myanmar, pero las protestas de los birmanos en las calles llevaron a los líderes de la Asean a cambiar el lugar de la cumbre. En efecto, muchos manifestantes consideraban que un viaje al país en rebelión habría significado una "legitimación" del golpe militar y una luz verde a los generales del ejército que arrestaron a los gobernantes civiles y controlan el país.

La jefa de la diplomacia de Yakarta informó que ha iniciado una serie de contactos con la junta militar y la administración civil (CRHP) destituida por el golpe, para buscar una "solución pacífica" a la crisis. Para ello, explicó Marsudi a su regreso de Bangkok, es necesario crear una "atmósfera política favorable en Myanmar", orientada al "diálogo, la reconciliación y el fortalecimiento de la confianza internacional".

El exministro de Relaciones Exteriores de Indonesia entre 2014 y 2019, Marty Natalegawa, también se refirió a la crisis en Myanmar. Dijo que la democratización de Myanmar "no es un evento, sino un proceso a largo plazo" que se debe construir progresivamente. Y los acontecimientos de los últimos meses son un elemento "de gran preocupación" para toda la región, pero sobre todo para la junta militar, que "debería abstenerse" de la violencia y garantizar el derecho a las "manifestaciones pacíficas".

Por último, Yakarta propone a Myanmar  la “vía indonesia” para salir de la crisis: una nación que, a pesar de las diferencias, sobre todo demográficas y de minorías étnicas, ha sabido superar la dictadura militar fundándose en un gobierno civil y en el respeto a los valores democráticos.