Asia oriental: Washington quiere desplegar misiles contra China

Se espera que Japón, Taiwán y Filipinas alojen el sistema defensivo. Para el Comando de los EE.UU, el gasto en la región del Indo-Pacífico alcanzará los 27,4 millardos de dólares. Almirante Davidson: Dentro de 6 años los chinos podrían intentar reconquistar Taiwán. Es difícil que los países de la región acepten la propuesta de los Estados Unidos.


Washington (AsiaNews/Agencias) – Estados Unidos construirá un sistema de misiles de precisión en Asia Oriental para contrarrestar el avance de China. Así lo reveló hoy Nikkei Asia, que pudo acceder a una propuesta en este sentido presentada ante el Congreso estadounidense. Forma parte del Pacific Deterrence Initiative, un proyecto cuyo valor asciende a 27,4 millardos de dólares, impulsado por el Comando de los EE.UU en la región del Indo-Pacífico. 

La intención de la administración Biden es desplegar baterías de misiles convencionales (es decir, sin cabezas nucleares) a lo largo de la "primera cadena de islas" (la “first island chain”), la línea que conecta el sur de Japón con la isla de Papúa, y que también incluye a Taiwán y Filipinas.

Cabe recordar que el objetivo estratégico de China es mantener a las fuerzas militares estadounidenses fuera del Mar de la China Meridional y del Mar de la China Oriental, donde Beijing reivindica territorios, pese a los cuestionamientos de Japón, Taiwán y una serie de países del Sudeste Asiático.

Washington pretende reforzar su disuasión misilística en el Pacífico occidental porque el despliegue masivo de misiles chinos (apodados "asesinos de portaaviones") amenaza las operaciones navales y aéreas de las unidades militares estadounidenses.

En el discurso pronunciado ayer en el American Enterprise Institute de Washington, el almirante Philip Davidson justificó el plan de misiles alegando la necesidad de contrarrestar las miras expansionistas de China. Según Davidson, jefe del Comando Indo-Pacífico, en los próximos seis años los chinos podrían adquirir las capacidades militares para intentar "modificar el statu quo" en la región, especialmente tratando de reconquistar Taiwán, una "provincia rebelde" a los ojos de Beijing.

Varios observadores consideran que Washington tendrá problemas para lograr el despliegue de los misiles. Japón y Taiwán podrían estar abiertos a la idea, pero se enfrentarían a probables represalias chinas (al menos económicas y comerciales). Además, resulta cuando menos difícil imaginar que el presidente filipino Rodrigo Duterte aceptará alojar misiles estadounidenses en su país.