Ortodoxos rusos: termina el carnaval y comienza la Cuaresma
de Vladimir Rozanskij

Dos semanas antes del "Domingo del Perdón" (que es mañana), se propone una ascesis progresiva de la carne, para acercarse al período de Cuaresma con una dieta "vegana". Los excesos de la fiesta de Maslennitsa, similar al Carnaval de Occidente. El retorno a algunas tradiciones paganas, vividas como folclore.

 


Moscú (AsiaNews) - El 14 de marzo termina la "semana de despedida del queso" (syropustnaja). En ella no se comen lácteos para preparar la Cuaresma, el "Gran Ayuno" que comenzará el lunes 15 de marzo, después del "Domingo del Perdón".

Junto con la semana anterior de "despedida de la carne" (mjasopustnaja) termina el "carnaval" ruso, y es un tiempo progresivo de restricciones alimentarias porque el período de Cuaresma prescribe una dieta completamente "vegana", sin ningún alimento de origen. animal y sin alcohol.

Pero en los días previos al Ayuno, abunda el vodka en las mesas para acompañar las tortitas (bliny) cubiertas de caviar negro y rojo y otras exquisiteces (primero con y después sin carne) en una fiesta continua llamada Maslennitsa, la "fiesta de la manteca” y el aceite de las frituras. La Iglesia ortodoxa siempre ha condenado estos excesos, que interpretan el "camino de aproximación" a la penitencia cuaresmal de una manera completamente distorsionada. Si en la tradición occidental el Carnaval es una época de bromas y alegría, y en parte también de comidas grasas, los rusos se centran en la comida, porque ya han tenido  máscaras y juegos en abundancia durante el tiempo de Navidad y hasta el Bautismo del 19 de enero.

El crítico más famoso de la Maslennitsa fue un gran santo y predicador de finales del 1700, Tikhon Zadonskij, autor de textos de espiritualidad y obispo de Voronezh, quien hablaba de "festivales dedicados al diablo, en los que la gente intenta ahogar las preocupaciones humanas en vino y alegría". San Tikhon acusaba al pueblo de esperar todo el año este período de juerga, mucho más que la Pascua de Nuestro Señor.

Las exhortaciones de la Iglesia a no dejarse arrastrar a los excesos carnavalescos son comunes a las Iglesias de Oriente y Occidente: la institución de las "Cuarenta Horas" de adoración eucarística, por ejemplo, fue introducida por San Carlos Borromeo en reparación por los pecados del Carnaval. Un documento de la Iglesia rusa de finales del siglo XIX advertía que "la Iglesia ha instituido la semana Syropustnaja para ayudar a introducirse en la práctica del Gran Ayuno ... los alimentos con carne son reemplazados por otros más livianos de pescado y leche para ayudar al alma a entregarse a la oración”.

Reminiscencias paganas

Los excesos previos a la Cuaresma también contienen reminiscencias paganas, como la fiesta de la primavera de Jarylo, el antiguo ídolo que se quemaba simbólicamente en muñecos de paja en los campos, y alrededor del cual se realizan bailes salvajes y rituales de apareamiento. Este rito pagano ha avuelto a estar de moda en varios lugares de Rusia en una reminiscencia de neopaganismo, pero a menudo la industria de la restauración y turística lo proponen como expresión folclórica, muy apreciada, precisamente en estos tiempos de encierros forzados por la pandemia, como una forma de liberación de la cuarentena.

Otra práctica típica de Maslennitsa son las competencias deportivas, desde boxeo hasta carreras frenéticas en trojke, trineos tirados por tres perros o tres caballos, a través de las interminables llanuras de la campiña rusa. El santo Tikhon Zadonskij recomendó asimismo abstenerse de paseos y visitas a dachas alejadas de la ciudad, sabiendo muy bien cómo terminaría: "el mal acaba entrando incluso en los muros sagrados del hogar doméstico, y luego se extiende por las calles y los bosques - escribió en 1756 - excitando las almas con los cantos y bailes para luego llegar a las riñas y la ruina recíproca”.

Resulta así más fácil comprender el motivo del "Domingo del Perdón", también conocido como "la expulsión de Adán", que cierra la Maslennitsa y propone, en vísperas del Ayuno, el rito del perdón mutuo. En la liturgia dominical se lee el pasaje de Mt 6, 14-21: "Si ustedes perdonan a los hombres sus ofensas, también el Padre celestial los perdonará a ustedes ... y cuando hagan ayuno, no pongan cara triste como los hipócritas". . En los maitines y en las vísperas se recuerda el relato del pecado original (no se lee el Antiguo Testamento en la liturgia eucarística), para identificarse con la condición del primer hombre, que comienza el camino terrenal del sufrimiento y al final termina redimido por Cristo en la cruz.