Corte de Sapporo: prohibir el matrimonio gay es inconstitucional

Sentencia histórica a favor de seis parejas del mismo sexo. El tribunal reconoce que se violó el principio de igualdad. Se rechazó la solicitud de indemnización por daños y perjuicios, presentada contra el gobierno. Taiwán es el único país de Asia Oriental que permite los matrimonios entre personas del mismo sexo. La marginación de la comunidad gay en Japón. La reciente intervención del Vaticano.


Tokio (AsiaNews/Agencias) - La negativa del gobierno a reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo es inconstitucional. Fue el dictamen emitido hoy por el Tribunal del Distrito de Sapporo (Prefectura de Hokkaido), en una causa presentada contra las autoridades por parte de seis parejas homosexuales. Según los jueces, la prohibición violaba el principio constitucional de igualdad, pero rechazaron la demanda de daños y perjuicios presentada por los demandantes.

Además de las seis parejas mencionadas, el día de San Valentín de 2019 otras siete acudieron a los tribunales de Tokio, Osaka y Nagoya para que se reconozcan los derechos matrimoniales de que gozan las parejas heterosexuales en el país. Cabe recordar que en Asia oriental, solo Taiwán permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. Las relaciones entre personas del mismo sexo están permitidas en Japón, pero no hay protección legal para las parejas gay. Al menos 74 municipios japoneses han aprobado registros para las uniones homosexuales. Si bien unas 1.500 parejas del mismo sexo han firmado los correspondientes certificados, éstos no tienen plena validez legal.

Varios observadores señalan que las actitudes de la sociedad japonesa conducen a la marginación de la comunidad gay. La falta de cobertura de pensiones y seguridad social es un freno para la afluencia de profesionales extranjeros que tienen parejas  homosexuales.

El Vaticano se ha pronunciado recientemente sobre la cuestión de las relaciones entre personas del mismo sexo. En una nota fechada el 15 de marzo, la Congregación para la Doctrina de la Fe recordó que la Iglesia está en contra de cualquier "injusta discriminación" de las personas homosexuales, precisando sin embargo que "no tiene el poder" de bendecir las uniones entre personas del mismo sexo.