Cumbre en Alaska: choque frontal entre Washington y Beijing

Primera reunión de alto nivel entre las dos diplomacias desde el comienzo de la era Biden. Blinken: China es una amenaza para la estabilidad global. Yang Jiechi: Estados Unidos está incitando a otros países a atacarnos. Sin embargo, las dos partes podrían cooperar en la lucha contra el calentamiento global y la pandemia.

 


Washington (AsiaNews) - Un duro enfrentamiento entre las delegaciones de Estados Unidos y China en la inauguración de la cumbre bilateral de Anchorage, Alaska. Ayer comenzaron los dos días de conversaciones. Estados Unidos está representado por el secretario de Estado Antony Blinken y el consejero de seguridad nacional Jake Sullivan. El canciller Wang Yi y Yang Jiechi, la máxima autoridad diplomática del gigante asiático, participan en nombre dell gobierno chino.

Esta es la primera reunión de alto nivel desde que asumió la administración Biden en enero. El Departamento de Estado de Estados Unidos acusó a los chinos de violar el protocolo con una intervención inicial que superó el tiempo asignado. Los funcionarios estadounidenses explicaron posteriormente que la tensión entre las dos delegaciones disminuyó durante las sesiones a puertas cerradas.

Yang y Wang criticaron a Estados Unidos, presuntamente culpable de incitar a otros países a atacar a China. Blinken y Sullivan criticaron a los chinos por la represión de los uigures en Xinjiang y del movimiento a favor de la democracia en Hong Kong. Los representantes estadounidenses también plantearon el tema de las amenazas de Beijing a Taiwán, los ataques cibernéticos contra Estados Unidos y la coerción económica contra los aliados de Washington.

Según Blinken, las acciones chinas son una amenaza para el orden jurídico internacional que garantiza la estabilidad global. Sullivan agregó que Estados Unidos no quiere un conflicto con China, pero dejó claro que Washington defenderá siempre “sus principios, al pueblo estadounidense y a sus aliados". Los enviados de Estados Unidos afirmaron que su gobierno está dispuesto a unirse con países amigos para contrarrestar el creciente "autoritarismo" de China y sus abusos contra los derechos humanos.

Yang respondió que Estados Unidos usa su poder militar y su supremacía financiera para reprimir a otras naciones. Dijo que Washington utiliza el concepto de seguridad nacional para trabar el comercio mundial. En cuanto a la acusación de violaciones de derechos humanos, Yang dijo que Estados Unidos no puede enseñar nada a China, dada la "masacre" sufrida por ciudadanos estadounidenses afroamericanos. Según Yang, los ciudadanos estadounidenses tienen cada vez menos confianza en la "versión de la democracia" que promueven sus gobernantes.

Los chinos llegaron a la cumbre ya irritados por la decisión de Washington, que se anunció el 16 de marzo, de sancionar a 24 funcionarios chinos y de Hong Kong que se consideran responsables de perseguir a los activistas democráticos en la ex colonia británica.

El encuentro confirma que en las relaciones con Beijing Joe Biden continuará con la línea firme de su antecesor Donald Trump. A diferencia de la anterior, la nueva administración estadounidense quiere dar mayor énfasis a las relaciones con los aliados, como demuestra la reciente cumbre con los países del Quad (Japón, India y Australia) y el viaje de Blinken a Corea del Sur y Japón.

Las relaciones entre Washington y Beijing solo podrían mejorar si las partes encuentran un punto en común sobre temas de alcance mundial, como la lucha contra el calentamiento global y la pandemia. Wang dijo que su gobierno está dispuesto a reabrir un "diálogo constructivo". Según varios observadores, y el propio Blinken, si no se concreta alguna acción tangible la apertura china corre el riesgo de parecer vacía. Una situación que ya se ha repetido en el pasado.