‘Boicotear los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022’
de Wei Jingsheng

Algunos políticos estadounidenses vinculados al gran capital están presionando para que se envíen atletas estadounidenses. A los chinos les resulta más rentable usar el dinero para corromper los valores universales que amenazar a un adversario con armas nucleares. La administración Biden considera que el boicot sería un primer logro de su política exterior.

 


Washington (AsiaNews) - Crece a nivel internacional la demanda de boicotear los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, que se llevarán a cabo el año que viene. Grupos humanitarios y personalidades políticas justifican el boicot por la represión del movimiento democrático en Hong Kong y la violación de los derechos humanos en Xinjiang y Tibet. AsiaNews publica algunas reflexiones de Wei Jingsheng, "padre de la democracia" en China y actualmente exiliado en Estados Unidos.

Falta menos de un año para los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing y se multiplican los llamamientos de grupos humanitarios y políticos de muchos países para boicotear el evento. También hay pronunciamientos en sentido contrario. Por ejemplo, un conocido político estadounidense dijo que los atletas están trabajando duro y que sus familias esperan con impaciencia el evento: no sería justo pedirles semejante sacrificio. Añadió que la campaña mundial para boicotear los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 no cambió la situación de los derechos humanos en China, lo que es una mentira evidente.

Es el mismo debate que se planteó hace 20 años, cuando Estados Unidos otorgó a China el estatus permanente de nación más favorecida (en el plano comercial). Vale decir que no se pueden sacrificar los intereses de algunas personas en Estados Unidos para proteger los derechos humanos en China. Debido a la manipulación del Partido Comunista Chino (PCCh) y del gran capital estadounidense, y con tanto dinero e intereses en juego, el Congreso estadounidense aprobó una resolución perjudicial tanto para el pueblo chino como para e estadounidense. Como suele ocurrir, los políticos de Washington han recurrido a excusas engañosas para proteger su propio beneficio personal.

Según el político citado, parece que las Olimpíadas invernales de 2022 son la única oportunidad para los atletas estadounidenses. En este caso, la excusa de perder una medalla de oro olímpica, que dañaría la popularidad de los atletas y por tanto su carrera deportiva, parece un sofisma. Si las competencias profesionales se llevan a cabo en Estados Unidos y Europa al mismo tiempo que las Olimpíadas, y se transmiten por las televisiónes nacionales, los atletas no perderán popularidad y al mismo tiempo se pondrá de manifiesto la falta de credibilidad moral de los Juegos Olímpicos de Beijing.

El régimen del PCCh y el Comité Olímpico Internacional (CIO) perderán credibilidad y contemporáneamente aumentará la autoridad y la credibilidad moral de las federaciones deportivas de otros países. Para los mismos atletas tampoco será una gran pérdida. Los otros perdedores serán los grupos comerciales que adulan al régimen comunista y los políticos desvergonzados que patrocinan a Beijing. Estos patrocinadores están acostumbrados a vender sus productos y recibir dinero por debajo de la mesa, mientras ignoran el sufrimiento de la gente común. El COI es hoy una organización corrupta, cuya pretensión humanitaria se ha desvanecido hace mucho tiempo.

Los escándalos en el mundo del deporte internacional son infinitos. Las democracias occidentales también aprenden de la "diplomacia del dinero" del PCCh y se manchan de corrupción violando sus propias leyes. Deng Xiaoping fue más inteligente que Mao Zedong y los líderes soviéticos porque había comprendido la debilidad del capitalismo occidental. Es más eficaz utilizar el dinero para corromper los valores universales que amenazar a un adversario con armas nucleares.

La democracia occidental se basa en la economía de libre mercado. Pero la debilidad de este sistema es que el dinero controla la política. Cuando los intereses de ciertos capitalistas son más fuertes que los valores fundamentales, no solo se sacrifican los valores sino también los intereses económicos y de seguridad.

La administración Biden ha declarado con firmeza que basará su política exterior en el respeto de los valores universales: todavía no hemos visto la implementación práctica de este compromiso. Es necesario hacer grandes cosas, pero muchas veces son muy difíciles de realizar y su eficacia se podrá ver recién después de mucho tiempo. Entonces quizás sería mejor comenzar con acciones más pequeñas y más fáciles, que pueden dar resultados rápidos, como en el juego "Go", donde las pequeñas ganancias se acumulan en una más grande. Sería un recurso eficaz para restaurar la democracia global y luchar por el liderazgo internacional.