Gracias a la presión ejercida por AsiaNews, la iglesia del Sagrado Corazón no fue demolida. Tensiones en el país por la confiscación de tierras. Los fieles ya se habían llevado el mobiliario y los adornos del templo. La iglesia está inutilizable: no tienen agua, luz y otros servicios porque el gobierno cortó el suministro para demoler el edificio.
Roma (AsiaNews) – La iglesia católica de Yining (Xinjiang) está dedicada al Sagrado Corazón. Las autoridades habían decidido destruir el edificio en febrero pasado. La iglesia sigue en pie, pero los fieles no pueden utilizarla. Son las últimas noticias sobre el edificio de culto que debía ser desalojado antes del 19 de febrero para su demolición, a pesar de contar con todos los permisos que marca la ley.
Entre las razones que las autoridades locales esgrimen para la incautación y destrucción se encuentra el hecho de que la iglesia era "demasiado visible". Dado que se encuentra en una carretera que va de la ciudad al aeropuerto, en una zona designada para el desarrollo urbano, el gobierno quería utilizar el terreno para emprendimientos comerciales.
Uno de los fieles nos dijo: "Damos gracias a Dios y también a ustedes: el artículo que publicaron ejerció cierta presión sobre las autoridades locales. Así que detuvieron todo y ya no lo destruirán".
Este énfasis tiene una importancia discreta: muchas veces, incluso altas personalidades del Vaticano dicen que ante la violencia contra la libertad religiosa en China lo mejor es practicar el silencio, porque "se arriesga una situación peor".
En este caso, hubo una directiva del gobierno central que puso freno a la avaricia y a la labor destructiva del gobierno local. En la instrucción, se advierte contra los intentos de incautación de tierras, para evitar reacciones de la población. Hace unos días, en Guangdong, un agricultor se inmoló en una oficina pública después de que las autoridades le confiscaron sus tierras sin pagarle la debida indemnización.
Lo cierto es que la iglesia de Yining sigue siendo inutilizable. En primer lugar porque los fieles, previendo la demolición, se llevaron todo el mobiliario y los elementos que decoraban el templo, dejando el edificio desnudo. Además, el gobierno, que había iniciado la demolición, hizo cortar la electricidad, el agua y otros servicios.
Por lo tanto, no se puede utilizar el edificio de culto. Hace unos 10 días, la autoridad local dijo que cubriría el coste de la restauración del edificio. "Pero hasta ahora -dice un fiel- no se ha hecho nada al respecto. Y los parroquianos siguen esperando...".
La iglesia de Yining no es la primera que corre el riesgo de ser demolida. En los últimos años, al menos otras cuatro iglesias de Xinjiang fueron destruidas en nombre de la comercialización de la tierra: Hami, Kuitun y dos iglesias de Tacheng. Todos los edificios contaban con los permisos que marca la ley. Sin embargo, fueron demolidos y no se pagó ningún resarcimiento.