Covid-19, Nueva Delhi congela la exportación de vacunas: países pobres en riesgo

Con la pandemia en fuerte expansión y Mumbai al borde de un confinamiento generalizado, el gobierno de Modi ha impuesto una restricción a los envíos al extranjero para acelerar la campaña de vacunación nacional. Se postergó la entrega de 40 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca del Serum Institute de Pune. La empresa india afirma que Estados Unidos ha requisado todos los componentes necesarios y no es posible producir lo suficiente para todos.

 


Nueva Delhi (AsiaNews) - En la guerra de las vacunas contra el Covid-19, India también cambia de rumbo y frena las exportaciones. Después de haber permitido durante semanas que salieran del país más dosis de las que se utilizaron para su propia campaña de vacunación, el gobierno indio obligó hace unos días a los productores locales a dar prioridad a las necesidades domésticas. No se trata de una prohibición de las exportaciones, sino de una "suspensión temporal" relacionada con el crecimiento exponencial de contagios que se está registrando en este momento en varios estados del país. En las últimas 24 horas se alcanzó un récord de 68 mil nuevos casos y muy pronto podría resultar necesario imponer un nuevo confinamiento generalizado en Mumbai.

La desaceleración en la exportación de vacunas resulta claramente visible en sección de la página web de la Cancillería que registra en tiempo real las dosis que salen del país. En la última semana el único lote significativo fue de 1,2 millones de dosis donadas gratuitamente a Bangladesh y entregadas el 26 de marzo durante la visita del Primer Ministro Narendra Modi a Daca. Desde enero, la India ha exportado 63,3 millones de dosis de la vacuna, en su mayoría producidas por el Serum Institute de Pune por cuenta de AstraZeneca. De estas, 35,6 millones se exportaron por acuerdos comerciales privados, y 17,8 millones se destinaron a Covax, el programa internacional promovido por la OMS y la Gavi Alliance para proporcionar vacunas a países de bajos ingresos. El gobierno indio compró alrededor de 10,1 millones de dosis y las envió de forma gratuita a otros países en lo que se conoce como "diplomacia de las vacunas", donde China y Rusia se encuentran en primera línea.

La ralentización de las exportaciones ha permitido a la India imprimir una fuerte aceleración a su plan de vacunación en la última semana. Las inmunizaciones han superado los 60 millones y avanzan a un ritmo cercano a los 3 millones de dosis diarias. La otra cara de la moneda, sin embargo, es que en los últimos 10 días de los países de más bajos ingresos admitidos en el programa Covax, solo Sudán del Sur ha recibido del Serum Institute un suministro de 132.000 dosis de la vacuna. El contragolpe puede ser fuerte teniendo en cuenta que de los 32 millones de vacunas distribuidas hasta ahora por Covax a 60 países, 28 millones son de AstraZeneca, y, de estos, 17,8 millones se han producido en la India.

El problema lo confirma el mismo programa internacional, que en los últimos días advirtió oficialmente a los países implicados que habrá retrasos en las próximas entregas. Se esperaban 40 millones de dosis adicionales de AstraZaneca para fines de marzo, que ahora se han reprogramado para abril, cuando en teoría deberían haberse distribuido otros 50 millones. "El Serum Institute - dice Covax - ha garantizado que una vez abastecida la India dará prioridad a nuestro acuerdo multilateral para una distribución justa". Sin embargo, no está del todo claro cuáles serán los tiempos reales para esta recuperación.

Por su parte, el fabricante indio advirtió hace unas semanas sobre la decisión de la administración Biden de utilizar la Defense Production Act (una ley de 1950 que permite la requisa de productos en tiempo de guerra) para bloquear la exportación no solo de las ampollas terminadas sino también de todos los componentes necesarios para fabricar las vacunas. Según el administrador delegado del Serum Institute, Adar Poonawalla, esto ralentizaría la capacidad de producción fuera de Estados Unidos.

En el contexto de estos enfrentamientos comerciales, el hecho es que las vacunas más accesibles para los países de bajos ingresos en la actualidad siguen siendo las chinas Sinovac y Sinopharm y (en menor medida) la rusa Sputnik V. Producidas por dos potencias que desde un punto de vista geopolítico obtendrían grandes dividendos en Asia, África y América Latina en caso de que continúe el bloqueo indio de suministros al programa multilateral Covax.