Miles de refugiados birmanos, incluidos policías desertores, huyen a los Estados de la India cercanos. Presionado por la opinión pública, el gobierno local de Manipur se vio obligado a retirar una ordenanza en la que pedía rechazarlos. En la frontera de Tailandia, impidieron el ingreso de casi 3.000 birmanos de etnia Karen que escapaban de los bombardeos de la fuerza aérea birmana.
Nueva Delhi (AsiaNews/Agencias) - La crisis de Myanmar se extiende a los países vecinos: miles de personas que huyen de la violencia del ejército se dirigen a la India por la frontera occidental. La situación es especialmente tensa en el estado de Manipur, donde el gobierno local primero emitió la ordenanza para que los refugiados birmanos fueran "repatriados gentilmente"; sin embargo, la presión de la opinión pública obligó al gobierno a dar marcha atrás y a acogerlos.
El documento, que fue publicado el 26 de marzo y cosechó duras críticas en las redes sociales, estaba dirigido a las autoridades de las aldeas fronterizas que montan campamentos y proporcionan alimentos a los ciudadanos de Myanmar que cruzan la frontera. Las instrucciones del Departamento de Interior pedían a los comisarios adjuntos de los distritos de Chandel, Tengnoupal, Kamjong, Ukhrul y Churachandpur que dejaran inmediatamente de otorgar documentos de identidad y mantuvieran bajo estricta custodia los kits necesarios para este tipo de procedimientos. Además, se solicitó a los funcionarios que en el día de hoy presenten un informe sobre la situación.
Una vez retirada la polémica ordenanza, el Departamento del Interior afirmó que el contenido del documento no había sido interpretado correctamente. “Para evitar malentendidos, se decidió retirar la ordenanza”, escribió el secretario especial H. Gyan Prakash. “El gobierno está adoptando todas las medidas humanitarias necesarias, que incluyen acoger a los refugiados y atender a los ciudadanos birmanos heridos. Continuaremos brindando ayuda”.
En Mizoram ya se han registrado 1042 refugiados birmanos que huyeron en las últimas semanas. Entre ellos hay varios policías y bomberos que, al parecer, optaron por desertar para no oponerse a los manifestantes. Las ONGs locales están brindando asistencia a los refugiados. El 10 de marzo pasado, el Ministerio del Interior de Nueva Delhi había escrito a los gobernadores de Mizoram, Manipur, Nagaland, Arunachal Pradesh y al Assam Rifles - que custodia la frontera con Myanmar - pidiendo controlar los ingresos al país y rechazar a los migrantes ilegales. En aquel momento, la respuesta del gobernador de Mizoram, Zoramthanga, fue que dado que compartía la misma etnia de la comunidad Chin de Myanmar, su población no podía permanecer indiferente ante el sufrimiento del país vecino.
Por su parte, el embajador de Myanmar ante la ONU [fiel al gobierno democrático - ndr] se dirigió a la India y a los demás países limítrofes, pidiendo que ofrezcan refugio, dada la crisis en curso.
En la frontera oriental de Myanmar, casi 3.000 personas de etnia Karen se desplazaron hacia Tailandia luego de que la aviación birmana bombardeó una aldea controlada por el KNU (Karen National Union, la milicia independentista Karen). La acción militar fue en represalia por un ataque del KNU contra un puesto del ejército que culminó con 10 soldados muertos. Grupos activistas de etnia Karen acusan a las autoridades tailandesas de rechazar a casi 2.000 personas que huyeron de Myanmar y solicitaron refugio. Por su parte, Bangkok desmintió las acusaciones y afirma que estas personas se encuentran en la frontera. Cabe remarcar que la política que está siguiendo Tailandia -según se declara en un comunicado oficial - es bloquearlos en la frontera y negarles la posibilidad de contactarse con organizaciones de socorro extranjeras.