Hong Kong, activistas condenados, la lucha por la libertad continúa

Es la convocatoria de Jimmy Lai, Martin Lee, Margaret Ng, Albert Ho y Lee Cheuk-yan, acusados ​​de haber organizado una manifestación contra el gobierno. El objetivo es afirmar la democracia. Con la represión, Beijing ha traicionado las promesas que hizo a los ciudadanos de Hong Kong.

 


Hong Kong (AsiaNews) - "Si renunciamos a la batalla por la libertad y la justicia, también renunciaremos a nuestra dignidad como seres humanos". Jimmy Lai, el magnate prodemocracia encarcelado por supuesta amenaza contra la seguridad nacional, pronunció estas palabras hace cinco años. Su diario, Apple Daily, las recordó hoy. El Tribunal del Distrito de West Kowloon condenó esta mañana a Lai y a otros siete miembros del frente democrático acusados de organizar y participar en una gran manifestación contra el gobierno el 18 de agosto de 2019. Según los organizadores, 1,7 millones de manifestantes desafiaron aquel día la prohibición de las autoridades para exigir que se retirara la ley de extradición y denunciar el comportamiento brutal de la policía.

Cuando entró a la sala del tribunal, Lai saludó como de costumbre a familiares y amigos. Según su diario, los duros meses de detención no han afectado su tranquilidad. Incluso encadenado, cada vez que comparece ante los jueces intercambia miradas y sonrisas con su familia. El multimillonario de 73 años ha dicho repetidamente que su fe católica le da la fuerza para enfrentar los desafíos del futuro.

Además del caso de su editor, Apple Daily informó sobre el testimonio de otros cuatro acusados. Martin Lee habla de "justicia selectiva". El "padre de la democracia" de la ciudad, uno de los fundadores del Partido Demócrata, reiteró que el objetivo sigue siendo establecer la democracia en Hong Kong, una causa común a todas las generaciones de la ciudad.

También de fe católica, Lee es considerado un traidor por el gobierno chino, pero también es criticado por los jóvenes demócratas por su enfoque gradualista basado en el diálogo con las instituciones. Este político y activista contribuyó a la redacción de la Basic Law (la mini-Constitución de Hong Kong), y originalmente fue partidario de la fórmula "un país, dos sistemas", en la que debería basarse la autonomía de la ciudad respecto del gobierno central. Sin embargo, admite que ahora ese principio solo existe en los papeles.

Lee dice que no vivirá lo suficiente para ver una China democrática, pero eso no le impedirá seguir luchando: “No importa si no puedo verla. La verá mi hijo. Y si él tampoco puede, lo hará mi nieto”.

Para la ex diputada y abogada cristiana Margaret Ng, la aprobación de la ley de seguridad nacional en junio asestó un duro golpe a la autonomía de Hong Kong: "La disposición es injusta y contraria a las promesas que se hicieron a los ciudadanos, sobre todo por lo que se refiere al principio de un país dos sistemas”.

Según Albert Ho, otro veterano del campo democrático, "las autoridades pueden detenernos a todos, pero nuestra llama seguirá ardiendo". Ho está convencido de que el control represivo del Partido Comunista Chino terminará en un fracaso, ya que alejará a la comunidad internacional de Hong Kong. El error de las autoridades, dice, queda demostrado por la fuga de muchos residentes: antes, la ciudad era un punto de llegada, ahora es una realidad de la que se escapa.

Lee Cheuk-yan sostiene que la cárcerl también es una forma de resistencia a la opresión: "La reclusión no doblegará nuestra voluntad". Es presidente de la Alianza de apoyo a los movimientos patrióticos y democráticos de China que organiza la vigilia del 4 de junio, evento que conmemora la masacre de Tiananmen el 4 de junio de 1989. Desde la prisión, Lee confía en que otros continúen su labor en memoria de los caídos hace 32 años.