Papa: Lunes del Ángel, el victoria de Dios sobre el mal

En el Regina Caeli, la oración que sustituye al Ángelus durante el tiempo pascual, el Papa Francisco explicó que "la tumba de Jesús no se abrió por un fenómeno físico, sino por la intervención del Señor". "Todos los planes y defensas de los enemigos y perseguidores de Jesús han sido en vano". Los guardias optan por callar "en nombre del dios del dinero". "Aprovechen todas las oportunidades para ser testigos del gozo y la paz del Señor resucitado". El saludo a los ancianos y enfermos.

 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "La imagen del ángel sentado sobre la piedra del sepulcro es la manifestación concreta y visual de la victoria de Dios sobre el mal, de la victoria de Cristo sobre el príncipe de este mundo, de la luz sobre las tinieblas. La tumba de Jesús no se abrió por un fenómeno físico, sino por la intervención del Señor". Este fue uno de los puntos centrales de la reflexión del Papa Francisco en la Regina Caeli de hoy, la oración que reemplaza al Ángelus durante el período pascual. Francisco, habló una vez más desde la biblioteca apostólica, y explicó que la Iglesia celebra el lunes de Pascua: "porque recordamos el encuentro del ángel con las mujeres que acudieron al sepulcro de Jesús (cf. Mt 28, 1-15)". Pero sobre todo - subrayó - "que Jesús había resucitado sólo podía decirlo un ángel".

El evangelista Mateo - siguió diciendo - narra que en aquel amanecer de Pascua «hubo un gran temblor de tierra. En efecto, un ángel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella» (cfr. v. 2). Aquella gran piedra, que hubiera debido ser el sello de la victoria del mal y de la muerte, fue puesta bajo los pies, se convirtió en escabel del ángel del Señor. Todos los planes y las defensas de los enemigos y los perseguidores de Jesús han sido en vano”.

Francisco señaló que hubo dos reacciones ante esa intervención de Dios. Primero, la actitud de los guardias que estaban delante de la tumba, que "no pueden afrontar la fuerza arrolladora de Dios y están conmocionados por un terremoto interior: quedaron como muertos (cfr. v. 4). La potencia de la Resurrección derriba a los que habían sido utilizados para garantizar la aparente victoria de la muerte". Después, los mismos guardias "en nombre del dios del dinero" optan por guardar silencio sobre el milagro y apoyar la interpretación del poder.

La otra actitud es la de las mujeres: "porque son invitadas expresamente por el ángel del Señor a no temer: «¡No teman!» (v. 5) y a no buscar a Jesús en la tumba”.

De las palabras del ángel podemos extraer una enseñanza preciosa: no nos cansemos nunca de buscar a Cristo resucitado, que dona vida en abundancia a cuantos lo encuentran. Encontrar a Cristo significa descubrir la paz del corazón. Las mismas mujeres del Evangelio, después de la turbación inicial, sienten una gran alegría al encontrar vivo al Maestro (cf. vv. 8-9). En este tiempo pascual les deseo a todos que hagan la misma experiencia espiritual, acogiendo en el corazón, en los hogares y en las familias el gozoso anuncio de la Pascua: "Cristo resucitado no muere más, porque la muerte ya no tiene poder sobre Él" (Antífona a la Comunión) . Cristo me acompaña, Cristo está vivo …

Esta certeza nos lleva a rezar, hoy y durante todo el tiempo pascual: "Regina Caeli, laetare - Reina del cielo, alégrate". Así la saludó el ángel Gabriel la primera vez: "¡Alégrate, llena de gracia!" (Lc 1, 28). Ahora la alegría de María es completa: Jesús vive, el amor ha vencido. ¡Que ésta pueda ser también nuestra alegría! ”.

Después de la oración mariana, Francisco dirigió un saludo especial a "los ancianos y los enfermos" como signo de "consuelo y agradecimiento por el testimonio que ustedes dan". “Aprovechen todas las oportunidades - dijo finalmente - para ser testigos de la alegría y la paz del Señor resucitado”.