Mandalay, más muertos. La Junta corta Internet y confisca antenas satelitales
de Francis Khoo Thwe

Mataron a Tin Moe, un vendedor de pastas de Kyaukpadaung, muy activo en las manifestaciones. Las protestas continúan y la gente trata de escapar de la represión y de los disparos de los soldados. Cortaron el servicio de Internet de fibra óptica e incautaron las antenas satelitales, ya que su posesión ha pasado a ser ilegal. La enviada especial de la ONU viaja a los países de la ASEAN y espera reunirse con Aung San Suu Kyi y el presidente depuesto, U Wint Myint.


Rangún (AsiaNews) – Al menos 16 personas fueron asesinadas durante la jornada de ayer en Myanmar, donde las manifestaciones continúan a pesar de las amenazas de las fuerzas de seguridad de utilizar armas letales.

La Asociación de Ayuda a los Presos Políticos (AAPP) ha difundido el saldo actualizado: al día 8 de abril, hay 614 víctimas y 2857 prisioneros. La AAPP advierte que éstas son las cifras documentadas por la asociación, pero es casi seguro que haya muchos más muertos y presos. 

Entre las personas que mataron ayer se encontraba Tin Moe, un vendedor de pastas de la ciudad de Kyaukpadaung, cerca de Mandalay. Tenía unos 50 años y era muy activo en las manifestaciones contra la dictadura (en la foto: Tin Moe, de camisa azul). Los testigos dicen que primero le dispararon en la pierna y luego en la espalda, cuando intentaba huir. Los soldados cargaron su cuerpo y lo incineraron por la noche. Luego entregaron las cenizas a su familia.

Ayer también hubo protestas en Launglone, en el sur del país: la población desplegó una marcha a la luz de las velas, con música y cantos, antes del amanecer. En Dawei, se manifestaron ingenieros, profesores y estudiantes. Las manifestaciones contra el golpe de Estado intentan eludir a los soldados cambiando con frecuencia la ruta y la hora de la convocatoria, o dividiéndose en pequeños grupos.

Para dificultar la organización de las marchas, el gobierno militar cortó el servicio de Internet con fibra óptica y está confiscando las antenas satelitales para provocar un apagón en las comunicaciones. En Laputta y otras ciudades del delta del Irrawaddy, los móviles de la administración local anunciaron con megáfonos que a partir de ahora será ilegal poseer antenas satelitales y que deben entregarlas a la policía. Las fuerzas del orden también hicieron redadas en las tiendas, para confiscar las antenas en venta.

En el frente diplomático, Stéphane Dujarric, portavoz de la ONU, dijo ayer que la enviada de la ONU para Myanmar, Christine Schraner Burgener, emprenderá esta semana un viaje a los países de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), comenzando por Tailandia. La semana pasada, Schraner Burgener presentó la situación del país, al borde de la guerra civil, y pidió un esfuerzo conjunto de los países de la región para que Myanmar recupere la estabilidad. La enviada especial también espera recibir un permiso para ingresar a Myanmar y visitar a Aung San Suu Kyi y al presidente depuesto, U Wint Myint, ambos detenidos desde el primer día del golpe de Estado.