En un encuentro con la prensa diplomática francesa, el cardenal analizó los temas de mayor actualidad. La insistencia en la neutralidad del país y una conferencia internacional bajo el patrocinio de la ONU. La diferencia en los criterios del Elíseo y la Casa Blanca sobre Hezbollah. La cuestión de los refugiados sirios y el elemento demográfico como factor imprescindible de equilibrio.
Beirut (AsiaNews) - El patriarca maronita, card. Beshara Raï ofreció ayer una conferencia de prensa en la plataforma Zoom ante una decena de periodistas franceses pertenecientes a la Asociación de Prensa Diplomática Francesa (APDF). El Patriarca reiteró su pedido de un estatuto de neutralidad para el Líbano y de una conferencia internacional bajo los auspicios de la ONU, específicamente centrada en la problemática libanesa. Aunque no agregó nada nuevo sobre los problemas que provocan la confrontación, algunas aclaraciones que brindó en sus respuestas a las preguntas que le formularon permitieron comprender mejor el alcance de su campaña. En particular, expresó su deseo de que Estados Unidos alineara su posición con la de Francia por lo que respecta a una posible solución a la cuestión del Líbano.
En el ámbito interno, cuando le preguntaron sobre la responsabilidad que recae en el jefe de Estado por el estancamiento del proceso de formación del gobierno, el patriarca dijo que es atribuible exclusivamente al presidente, pero éste, por las responsabilidades que le competen, debe "hacerse cargo de todas sus fuerzas". En el plano externo dijo, en resumen, que es deseable una conferencia internacional, en la medida en que se pueda alcanzar una concertación entre los padrinos regionales e internacionales de las fuerzas políticas locales. Algunos de ellos quieren un ajuste de cuentas, mientras que otros, como Irán, quieren mantener un status quo. Sin embargo, el titular de la Iglesia maronita aclaró que “Nunca hemos hablado de ‘internacionalización’ de la crisis, sino de una conferencia internacional”.
El papel de Hezbollah en el bloque
"Todos saben que tiene un papel protagónico en el bloque", dijo en respuesta a una pregunta sobre Hezbollah, aunque al mismo tiempo aseguró que la sede patriarcal "no quiere crear un problema" con este partido. Refiriéndose al acuerdo de Taëf, sobre todo en lo que respecta al desarme de las milicias, tal como indican las resoluciones internacionales 1559 y 1701, el patriarca confirmó que hay un componente internacional en la crisis libanesa, y agregó que: "El acuerdo de Taëf no se aplicó en el papel ni en el espíritu”.
El responsable de la Iglesia maronita reveló que había invitado en reiteradas oportunidades a Hezbollah a discutir franca y abiertamente en Bkerké, pero hasta el momento el partido pro iraní no ha aceptado su ofrecimiento. Con respecto al comité bipartito de diálogo entre Bkerké y Hezbollah, formado por un laico y un obispo (NDLR), respectivamente Harès Chéhab y Mons. Samir Mazloum, el patriarca precisó que estos encuentros con los representantes de Hezbollah "son encuentros amistosos que no pretenden profundizar en los temas".
Consciente de la diversidad de puntos de vista y posiciones entre Francia y Estados Unidos con respecto a Hezbollah, el jefe de la Iglesia maronita, sin embargo, espera que estos dos países pudieran unir sus voluntades con respecto al Líbano. "Me reúno mañana (15 de abril) con David Hale", dijo, esperando que "estas posiciones puedan acercarse y unirse por el bien del Líbano". Sobre la presencia en el Líbano de refugiados sirios y palestinos y el posible impacto que podría tener la naturalización de algunos de estos últimos, el card. Beshara Raï fue directo: "El sistema político del Líbano se basa en la demografía, y el equilibrio demográfico entre cristianos y musulmanes es importante en la medida en que el Líbano fue creado por una cultura de encuentro de inspiración cristiana". “No es una cuestión de números - aclaró - sino de cultura. Si perdemos eso, lo perdemos todo ”. Y por lo que respecta, a los refugiados sirios, no ocultó su temor a que “se repita con ellos el modelo palestino", y agregó, como conclusión, que su regreso a Siria no debe estar estrictamente vinculado a una resolución política de la crisis siria.