Centro del Cordero de Dios: llevar la Buena Nueva a todos en medio de la pandemia de Covid-19
de Ngoc Lan

“En este centro misionero hay pocos católicos. La mayoría de los habitantes no están bautizados”. "Cada año, alrededor de 100 niños vienen a la iglesia para actividades de entretenimiento y educación, y para aprender las primeras nociones de catecismo".


Ciudad Ho Chi Minh (AsiaNews) - Cuando estalló la primera ola de la pandemia de Covid-19 en Vietnam (entre febrero y marzo de 2020), el padre Joseph Nguyễn Ngọc Tâm fue asignado al centro misionero Cordero de Dios y actualmente se desempeña como ayudante del padre Joseph Nguyễn Văn Khiêm desde el 18 de agosto de 2020.

El padre Joseph Nguyễn Văn Khiêm está a cargo del centro misionero Doi Lầu, en el distrito de Cần Giờ de la ciudad de Hồ Chí Minh, desde 2016. Lo primero que hizo el padre Joseph fue reunir a niños y jóvenes, y junto con algunos católicos también visitaron familias pobres que vivían en la zona. Con la ayuda de religiosos, misioneros, laicos y patrocinadores católicos y no católicos el padre Joseph construyó  la iglesia y la “nhà sinh hoạt” (casa de actividades) para niños y adolescentes.

Doi Lầu Hamlet es una tierra baja y húmeda en el distrito de Cần Giờ. Construir la iglesia no fue fácil. En la estación seca, el sol quema y, además, es una región de manglares. Esto hace más duras las dificultades para el sacerdote y la gente.

Con mucho esfuerzo el párroco, algunos feligreses, patrocinadores y gente del lugar completaron la construcción del templo. Los niños y sus padres vienen con regularidad a la nueva iglesia y oran a Dios. Desde entonces, el Missionary Point Doi Lầu ha sido rebautizado como The Missionary Point of Lamb of God.

Actualmente, junto a la iglesia hay un "khu vực sinh hoạt" (espacio de actividades) para niños y adolescentes. Casi todos los niños provienen de familias no católicas porque solo hay unos pocos laicos católicos y la mayoría de los niños y la población local no están bautizados. Sin embargo, acuden a la iglesia para participar en la Santa Misa como una comunidad católica.

Este domingo el padre Joseph Nguyễn Văn Khiêm leyó el pasaje del Evangelio donde un joven rico le preguntó a Jesús qué tenía que hacer para tener la vida eterna. En la homilía les preguntó a los niños: "¿Para qué vienen a la iglesia?". Los niños respondieron: "Para ver a Dios. Ver a Dios da mucha alegría".

“Cuando vuelven a su casa - siguió diciendo el padre Joseph - ¿en su familia les preguntan por qué van a la iglesia?”. Y los niños respondieron: “Sí, y conversamos con nuestra familia sobre la alegría que sentimos porque nos encontramos con Dios”.

Cuando el padre Joseph Nguyễn Văn Khiêm dio la bienvenida al P. Joseph Nguyễn Ngọc Tâm, le dijo: “Estos niños visten uniformes y dan la bienvenida al padre Tâm y a los huéspedes en la puerta de la iglesia. La mayoría de ellos todavía no están bautizados. Este centro misionero tiene pocos católicos. La mayoría de los habitantes no están bautizados. Cientos de niños y adultos acuden a la iglesia para la misa diaria y la misa dominical. Se reúnen aquí como una comunidad católica”.

“Cada año, cerca de 100 niños vienen a la iglesia para actividades de entretenimiento y educación, y para aprender las nociones básicas del catecismo. Ellos tienen edad de asistir al jardín de infantes y la escuela primaria, y la mayoría no están bautizados. Las hermanas Amantes de la Santa Cruz enseñan a los niños cantos sagrados, el Ave María y otras oraciones. Todos los años vienen los seminaristas mayores y organizan juegos al aire libre y enseñan catecismo a los niños. Pueden cantar himnos sagrados, memorizar oraciones, rezar el Rosario y comprender las cosas básicas del catecismo”.

Algunos hermanos del Seminario Mayor San José de Saigón contaron a AsiaNews: “Enseñamos a los niños cómo hacer la señal de la cruz. El trabajo misionero con los niños no es fácil. Debemos amar la misión, trabajar mucho y estar cerca de los niños. Tenemos que dedicar tiempo para visitar a las familias. Nuestra obra misionera dará buenos frutos".

El padre Joseph Khiêm cuenta: “Algunos hermanos y hermanas han estado enseñando a estos niños durante más de dos años. Repetimos muchas veces las lecciones básicas de catecismo para que puedan recordarlas correctamente y durante mucho tiempo". Muchos niños han dicho:" Amamos a Jesús ". Ahora, muchos niños son miembros del Movimiento Eucarístico Juvenil de esta parroquia. Hay niños que se han convertido en catequistas y realizan un trabajo misionero con sus parientes y vecinos.

Hasta ahora, los padres han visto el progreso de sus hijos en la escuela. Son niños amables y buenos en la familia. Estos niños también vienen a la iglesia a aprender el catecismo y tienen la oportunidad de participar en actividades recreativas con alegría. Ellos son un puente entre sus padres y la iglesia. A través de ellos sus padres han recibido la Buena Nueva y el Amor de Jesús.

Para cuidar la salud de la gente, el padre Joseph Khiêm también utilizó fondos de los benefactores para instalar dos sistemas de agua potable para los habitantes del pueblo. El agua potable es un problema muy serio en el distrito de Cần Giờ.

La mayor preocupación del P. Joseph Khiêm es el cuidado de las actividades espirituales y la ayuda material a las personas más pobres. El principal deseo del sacerdote es transformar este lugar en "un centro de convergencia de obras misioneras" en la zona de Cần Giờ.

En la situación económica actual muchos grupos católicos parroquiales, religiosos y voluntarios han venido para realizar obras sociales y benéficas de ayuda a personas y niños que viven en circunstancias muy difíciles.