A dos años de las masacres de Pascua, los cristianos rezan y piden justicia
de Melani Manel Perera

La Conferencia Episcopal ha pedido al Papa Francisco que reconozca a las víctimas de los atentados como "mártires". Cardenal Ranjith: Fue un intento fallido de crear enfrentamientos y divisiones entre los diferentes credos. Activista: el gobierno sólo promete, pero no hace justicia. La gente "quiere la verdad".


Colombo (AsiaNews) -  Los cristianos de Sri Lanka celebraron ayer el segundo aniversario de los atentados de Pascua de 2019, que azotaron tres iglesias del país y otros tantos hoteles de lujo coincidiendo con la festividad. La oración estuvo guiada por el arzobispo de Colombo, el card. Malcolm Ranjith, acompañado por el obispo auxiliar Monseñor Anton Ranjith, y se celebró en el santuario de San Antonio en la capital. Otros dos obispos auxiliares, monseñor J. D. Anthony y Maxwell Silva, concelebraron en la iglesia de San Sebastián de Katuwapitiya. 

Anoche, al término de la misa en la iglesia de San Sebastián de Katuwapitiya, la Conferencia Episcopal de Sri Lanka firmó y envió una carta dirigida al Papa Francisco en la que le pide que reconozca como "mártires" a las personas fallecidas en los atentados. Por la mañana, las familias de las víctimas se reunieron -vestidas de negro y de luto- en las dos iglesias afectadas de Colombo y Negombo. Cuando el reloj marcó las 8.45, hora en que estalló la primera bomba, guardaron un minuto de silencio y conmemoración, acompañado por el tañido de las campanas. Al final, los presentes encendieron velas y ofrecieron flores en memoria de los muertos.

En Kochchikade, el arzobispo de Colombo celebró la conmemoración ante numerosos embajadores y personalidades de las instituciones. El cardenal se dirigió a los presentes en idioma inglés y cingalés y remarcó que los actores de la geopolítica mundial y sus agentes locales encuentran en el extremismo religioso una herramienta útil para lograr sus objetivos. Uno de ellos -en el que han fracasado- es crear tensiones entre los distintos credos: "La gente ha derrotado el intento de diversas fuerzas políticas y de otro tipo de crear animosidad entre cristianos, cingaleses y musulmanes”, dijo el cardenal Ranjith. “Por eso es importante trabajar juntos como religiones, en vez de enfrentar una religión contra otra”. Por último, se refirió al informe de la comisión y a las investigaciones en curso: "Lo que impide un proceso de investigación transparente sobre este tema es la actitud política y la necesidad de salvaguardar las alianzas", concluyó.

Hacia la noche, más de 500 sacerdotes católicos de todas las diócesis de Sri Lanka celebraron una procesión rezando el rosario en el predio  del Negombo-Mari Stella College, cerca de la iglesia de Katuwapitiya. A la cabeza de la procesión, los fieles empujaron una carroza con la estatua de Cristo resucitado, dañada por la explosión. La imagen de la Santísima Virgen custodiaba el final del cortejo. A la procesión se unió el Card. Ranjith y todos los obispos de la Conferencia Episcopal, los líderes religiosos anglicanos, metodistas, musulmanes Moulavi e hindúes Kurukkal. Varios monjes y fieles budistas se sumaron a la marcha. Al final, se realizó la bendición de la nueva capilla y el cementerio de Devidwatta-Katuwapitiya.

Mientras tanto, la Coalición de Ciudadanos de Negombo también organizó una protesta silenciosa en la mañana de ayer, de 8 a 9.30 horas, en la calle principal, no lejos de la iglesia de San Sebastián, en Katuwapitiya. En diálogo con AsiaNews, Herman Kumara, representante de la coalición, recordó cómo "el actual gobierno llegó al poder prometiendo [justicia] a las víctimas de los atentados de Semana Santa. Dijeron que encontrarían a los autores intelectuales de los atentados, que los detendrían y aplicarían la ley. Pero hasta la fecha, esa ley no se ha aplicado. [...] No confiamos en lo que dicen ni en lo que hacen. [...] Dejan en libertad a las personas detenidas. De este modo, la justicia, tan largamente esperada por los oprimidos y el resto del país, nunca se alcanzará. Queremos la verdad", concluye el activista.