Biden: Washington y Beijing libran la batalla del siglo
de Emanuele Scimia

El presidente de los Estados Unidos desafía a Xi Jinping ante el Congreso americano. Se centra en la competencia tecnológica y en el choque entre democracia y autocracia. Europa está cada vez más en sintonía con Washington. Filipinas vuelve a una línea más pro-estadounidense. Académico chino: Biden se equivoca, China no quiere desbancar a Estados Unidos de su rol de superpotencia mundial.


Roma (AsiaNews) - "Estamos compitiendo con China y otros países para sobresalir en el siglo XXI". Así lo afirmó ayer Joe Biden en su primer discurso ante el Congreso, reunido en sesión ordinaria. La batalla a la que se refiere el presidente estadounidense es, ante todo, por la supremacía tecnológica, un área en la que China está avanzando mucho. Y en la de la afirmación del mejor sistema de gobierno.

Biden quiere que Estados Unidos vuelva a invertir el 2% del PIB nacional (ahora invierte el 1%) en investigación y desarrollo, para dominar las tecnologías del futuro: baterías de nueva generación, biotecnología, microchips y sistemas de energía renovable. Este compromiso también requiere una fuerte inversión en el sistema educativo nacional.

Según Biden, el Presidente chino Xi Jinping se toma "muy en serio" la idea de convertir a China en el país más importante del mundo. Al igual que otros autócratas, dice el comandante en jefe de EE.UU., Xi piensa que en el siglo actual, la democracia no puede competir con las autocracias, pues lograr el consenso requiere de tiempos largos.  

El presidente de EE.UU. dijo que da la bienvenida a la competencia de China, pero añadió que su administración luchará para asegurar que todos jueguen con las mismas reglas en la economía global. Hace ya tiempo que Washington y sus aliados -especialmente Europa- acusan a Beijing de recurrir a prácticas comerciales desleales y de violar las normas de propiedad intelectual.

El líder demócrata dejó claro que su administración no renunciará a defender los derechos humanos y las libertades fundamentales en otras partes del mundo, un mensaje en sintonía con el que lanzó el Parlamento Europeo en el día de ayer. Un grupo de eurodiputados amenazó con rechazar el acuerdo de inversión firmado por China y la Unión Europea el 30 de diciembre. Sólo el Partido Popular Europeo parece dispuesto a apoyar el acuerdo con Beijing; las demás fuerzas políticas del Viejo Continente piden que se retiren las sanciones chinas contra los políticos y académicos europeos. China las impuso después de que la UE sancionara a miembros del Partido Comunista Chino por violaciones de los derechos humanos en Xinjiang.

Biden también dejó claro que Estados Unidos mantendrá una fuerte presencia en la región del Indo-Pacífico: "No para iniciar un conflicto, sino para prevenirlo". El presidente estadounidense a revitalizar las alianzas en la región, debilitadas durante la presidencia de Trump. Recientemente, Washington habrá acogido con satisfacción la decisión de Filipinas de seguir patrullando el Mar de China Meridional, que China reclama casi en su totalidad. Los chinos se niegan a retirar sus barcos de pesca y otros buques de la zona económica exclusiva de Manila. Esa negativa ha obligado al presidente filipino, Rodrigo Duterte, a adoptar una postura dura contra Beijing, aún cuando se trata de un socio comercial indispensable.