El alcalde de Budapest se opone a la Universidad Fudan. Está sometida al régimen chino

Gergely Karacsony se opone a la construcción de una sucursal de la universidad de Shanghai. Su estatuto establece la obligación de representar la "visión del mundo del Partido Comunista de China". El primer ministro Viktor Orban está cada vez más alineado con China. Desafío a la Unión Europea y Estados Unidos.


Budapest (AsiaNews) - El alcalde de la capital húngara se opone al proyecto del gobierno central de construir una sede de la Universidad Fudan de Shanghái para 2024. Según Gergely Karacsony, miembro del partido Verde, la administración Orban quiere traer al país una universidad extranjera que es seria desde el punto de vista académico, pero cuyo estatuto establece la obligación de representar la "visión del mundo del Partido Comunista Chino".

El primer ciudadano de Budapest afirma que la inversión es una amenaza para la seguridad nacional. También existe un problema de costos y transparencia. El sitio web de noticias húngaro Direkt36 reveló en abril que la construcción del campus chino costará $ 1.800 millones de dólares, más de lo que el gobierno gastó en todo el sistema educativo nacional en 2019. El 20% de los costos correrán a cargo de los contribuyentes; el resto lo cubrirá con un préstamo obtenido de un banco chino.

Según los documentos presentados por Direkt36, las obras se realizarán en su mayoría con material y mano de obra china. El proyecto se está llevando a cabo infringiendo las normas europeas de contratación pública. No es la primera vez que Viktor Orban, el teórico de la "democracia antiliberal", actúa contra las reglas de la Unión Europea. Sin una licitación pública, el primer ministro húngaro ya ha entregado a los chinos la construcción para 2025 del ferrocarril de alta velocidad Budapest-Belgrado, que forma parte de la Belt and Road Initiative (las nuevas rutas de la seda) de Xi Jinping.

Karacsony considera que Hungría se ha convertido en un bastión de las "grandes potencias orientales" (incluyendo Rusia) dentro de la UE. Orban ha dado luz verde al uso de las redes 5G de Huawei, que tiene en el país el mayor centro de distribución fuera de China. Estados Unidos y la mayoría de sus aliados europeos han prohibido o restringido las compras del gigante tecnológico chino, acusado de espiar por cuenta del gobierno. Las autoridades húngaras también son las únicas de la UE que han autorizado el uso de la vacuna china contra el coronavirus.

Los analistas dicen que Beijing se vale de los proyectos del ferrocarril Budapest-Belgrado y la sucursal de Fudan para promover sus intereses estratégicos y extender su influencia en la región. Señalan que Beijing es el que obtiene mayores ventajas en los negocios con los húngaros: contratos para sus propias empresas, altos tipos de interés para sus préstamos y, sobre todo, un aumento de su peso político en Europa.

Según Estados Unidos y las instituciones de la Unión Europea, China utiliza la  Belt and Road para alinear a los países socios con su agenda geopolítica. Un caso llamativo ocurrió en 2016, cuando Hungría junto con Grecia bloquearon una nota conjunta en apoyo del Tribunal de Arbitraje de La Haya, que había rechazado las reivindicaciones territoriales de Beijing sobre el Mar de China Meridional en un caso presentado por Filipinas. Hace dos semanas Budapest vetó una declaración europea que criticaba la represión del movimiento democrático en Hong Kong. Junto con esa decisión el gobierno húngaro también rechazó la propuesta de imponer una serie de sanciones, entre ellas la suspensión de los tratados de extradición con China.