MoscĂș, al rescate de Beijing: no hay un genocidio uigur en Xinjiang
de Vladimir Rozanskij

Un proyecto ruso-chino pretende "desenmascarar la mentira occidental". Los medios de comunicación rusos presentan entrevistas con trabajadores de Xinjiang que manifiestan estar satisfechos Secretario del Grupo de Shanghai: "No se constatan violaciones de los derechos humanos", discriminación religiosa ni "genocidio racial". Moscú delega en China el control de la inquieta Asia Central.


Moscú (AsiaNews) – El Kremlin se ha puesto al lado de China, y apunta contra Occidente en la guerra de las "fake news" sobre Xinjiang. El 4 de mayo, la Rossijskaja Gazeta publicó un proyecto ruso-chino para "desenmascarar las mentiras occidentales" sobre el genocidio uigur. El documento fue preparado por los medios de comunicación rusos y chinos, en forma conjunta. Incluso se ha propuesto una aplicación móvil Rossija-Kitaj-glavnoe o "Russia-China-news", para verificar la información. En los informes, el "amor al trabajo del pueblo de Xinjiang", "que merece el respeto de todo el mundo", se ensalza con motivo de la festividad del Primero de Mayo. En el documento se afirma que los uigures "trabajan voluntariamente en la industria local".

La campaña contra las "fake news" (noticias falsas) comenzó hace tiempo. El pasado 4 de abril, Vladimir Norov, secretario del Grupo de Shanghai, visitó varias localidades de Xinjiang -Urumqi, Kashgar, Aksa y otros centros- acompañado por una delegación de diplomáticos uzbekos y rusos (fotos 1 y 2).

A su regreso dijo que en Xinjiang "no hay violaciones de los derechos humanos", ni discriminación religiosa ni "genocidio racial".

Una vez más, con motivo de los feriados por el primero de mayo, los medios de comunicación rusos y centro asiáticos dieron espacio a los testimonios de los trabajadores de Xinjiang. La mayoría de los entrevistados eran personas de etnia kazaja. Todos cuestionaron la "propaganda occidental" que habla del trabajo forzado en la región y afirmaron que, por el contrario, ellos disfrutan de unas condiciones laborales muy satisfactorias.

Los medios de comunicación y las afirmaciones de Norov contradicen lo que sostienen muchas ONG, expertos y Estados de Occidente: que en Xinjiang las autoridades chinas retienen o han retenido en campos de concentración a más de un millón de uigures, kazajos y kirguises. Incluso las Naciones Unidas han confirmado la existencia de campos de trabajo forzado en la región, donde supuestamente se emplea a cientos de miles de personas. Incluso hay investigadores independientes que afirman que el gobierno chino está llevando a cabo una campaña local de esterilización forzada para controlar el crecimiento de la población uigur. Beijing siempre ha desmentido estas acusaciones, tachándolas de "fake news". Sin embargo, al mismo tiempo ha rechazado las visitas "no programadas" y "no guiadas" de expertos, políticos y miembros de la ONU.

El apoyo de Moscú, reforzando la idea de las "fake news", esconde una colaboración más profunda De alguna manera, Rusia ve en China un ejemplo a seguir cuando se trata de controlar regiones de Asia Central cada vez más inquietas y autoritarias.

En una investigación de Idel.Realii, en los últimos días se publicaron noticias sobre la difusión de tecnologías de control en las ciudades de más allá del Volga, donde últimamente se concentran los esfuerzos expansionistas de los inversores chinos. En Xinjiang y en Tartaristán, el fabricante chino Hikvision está instalando sistemáticamente cámaras de video con sistemas de reconocimiento facial. Como justificación, dice que son medidas de seguridad necesarias, considerando los numerosos disturbios y conflictos de los últimos tiempos en varias partes de Asia Central.

Mientras tanto, el conflicto fronterizo entre Tayikistán y Kirguistán está en suspenso, tras los acuerdos del Primero de Mayo. Según el sitio fergana.ru, durante los enfrentamientos en torno a la cuenca acuífera de Golovnoj murieron 36 personas del lado kirguís, con 183 heridos y 33 mil desplazados. Por otro lado, el sitio web Asia-plus informó de que en el lado tayiko hubo 19 muertos y 88 heridos. El Presidente de Kirguistán declaró luto nacional los días 1 y 2 de mayo. Los distintos regímenes autoritarios de los países de Asia Central parecen cada vez menos capaces de controlar la situación. De hecho, muchos observadores consideran que hay riesgo de una desestabilización en toda la región.

La propia Rusia parece bastante impotente ante la desintegración de los espacios postsoviéticos, y dispuesta a allanar el campo al influjo de la República Popular de China, muy activa en el área desde el punto de vista económico.