Desde las grandes ciudades, la pandemia también se ha extendido a las zonas rurales más remotas. La campaña de vacunación se ralentiza: 1 millón de dosis menos al día que hace un mes.
Nueva Delhi (AsiaNews) - La nueva ola de la pandemia se está extendiendo a un número cada vez mayor de regiones de la India. Al mismo tiempo, en vez de acelerarse, la campaña de vacunación contra el covid-19 se está ralentizando.
Así lo confirman los nuevos datos publicados hoy sobre la situación del coronavirus. El número de contagios sigue siendo elevado - 348,421 nuevos positivos registrados - y el recuento oficial de muertes en las últimas 24 horas asciende a 4.205, el número más alto desde que empezó la pandemia. Y esto sin tener en cuenta a las víctimas que escapan a los recuentos, cuya existencia también se confirma con el descubrimiento de cadáveres en el Ganges. A la tragedia se suma otro dato que se acaba de conocer: de los 734 distritos que conforman un país inmenso como la India, 640 (casi el 90%) ya muestran una tasa positiva en covid-19 que supera el umbral de atención del 5%. Eso significa que el virus se está propagando cada día más incluso fuera de las grandes ciudades, en las zonas rurales del país. Y entre los nuevos estados en emergencia se encuentran Himachal Pradesh y Nagaland, dos de las regiones más remotas de la India.
En este contexto, la preocupación aumenta por la simultánea ralentización de la campaña de vacunación. Los datos muestran que desde el 11 de abril, cuando la India alcanzó su récord con 3,66 millones de vacunas en un solo día, el número de personas atendidas disminuyó significativamente. Desde el 19 de abril ya no se supera el umbral de 2,5 millones de administraciones. Y el problema no es solo la dificultad que genera la necesidad de vacunar mientras los hospitales están en emergencia debido a la ola de casos de covid-19. La mayor dificultad radica en la falta de vacunas: ayer el gobierno local de la capital, Nueva Delhi, se encontró sin existencias y tuvo que cerrar 100 puntos de vacunación.
Esta situación se ha visto agravada por la decisión que tomó el gobierno de Modi, que desde el 1 de mayo traspasó a los distintos Estados el suministro de vacunas a los menores de 45 años. Eso ha desatado la competencia interna y una mayor confusión. Ayer siete de los principales Estados indios anunciaron que recurrirán al mercado internacional para abastecerse, pero les resulta muy difícil obtener individualmente precios y condiciones favorables.
Hasta el momento, entre la ayuda de emergencia que ha enviado la comunidad internacional hay suministros de equipos para producir oxígeno, pero no vacunas. La cónsul general de la India en Hong Kong pidió hoy a China que tome medidas para reducir las tarifas de los cargueros que transportan la ayuda. En efecto, en las últimas semanas los precios se han disparado debido al bloqueo de todas las otras conexiones con Nueva Delhi.
El pasado mes de abril, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, y su homólogo indio, Subrahmanyam Jaishankar, se comunicaron telefónicamente para tratar el tema. Beijing es uno de los 50 países que han enviado ayuda a India, a pesar de los recientes enfrentamientos fronterizos en la región del Himalaya y la histórica desconfianza entre los dos pueblos.