El purpurado cuestiona la situación de “punto muerto” que bloquea el país y arremete contra la clase política que ha “vaciado" la Constitución. El Primer Ministro en funciones debe mostrar "coraje" y acordar un nuevo Ejecutivo. De lo contrario, debería dar un paso al costado para facilitar "un nuevo proceso". Condena de los incidentes de Nahr el-Kalb.
Beirut (AsiaNews) - Al día siguiente del debate parlamentario sobre el mensaje que el jefe de Estado dirigió al Parlamento, el patriarca maronita Béchara Raï hizo un llamamiento al primer ministro en funciones Saad Hariri, pidiéndole que "tome la iniciativa". Según el cardenal, debería comparecer por última vez ante el presidente Michel Aoun para ofrecerle una "versión actualizada" del gobierno que pretende formar. Si la situación de punto muerto prosigue, debe probar su "valentía" y "permitir un nuevo proceso que favorezca la formación" del gobierno.
"Ayer, no esperábamos otra cosa del Parlamento [...] Debemos trabajar para formar un gobierno lo antes posible, porque la peligrosa situación del Líbano no permite más retrasos. Hay que evitar todo lo que mina la confianza, obstaculiza el proceso y socava el interés de la nación", subrayó el jefe de la Iglesia maronita durante la homilía de la misa de Pentecostés.
"Las excusas ya no sirven y no convencen a nadie", continuó. “Los pretextos que justifican el bloqueo gubernamental "ya no se sostienen más". Este estancamiento es mortal para el Estado y los ciudadanos; debe terminar. Los dirigentes políticos han vaciado la Constitución y se han aprovechado de todos sus aspectos. ¿Qué Constitución autoriza semejante bloqueo en la formación de un gobierno? ¿Y cuáles son las prerrogativas que permiten suspender el funcionamiento de las instituciones públicas?"
"Pedimos directamente al Presidente del Consejo que tome la iniciativa -sí, que tome la iniciativa- para presentar lo antes posible una versión actualizada (del gobierno) al Presidente de la República. Y con él", dijo el primado maronita, "tendrá que acordar la estructura, las carteras y los nombres, entendiendo que será un gobierno de expertos no partidistas y que sus miembros no estarán bajo la hegemonía de ningún partido". "Si no pueden llegar a un acuerdo, que saquen las consecuencias de ello -añadió el jefe de la Iglesia maronita- y que tengan el valor de permitir que se lleve a cabo un nuevo proceso de formación", dijo, aludiendo, aunque de forma velada, al posible nombramiento de un nuevo primer ministro en lugar de Saad Hariri.
Los incidentes de Nahr el-Kalb
El Patriarca maronita también comentó los incidentes del pasado 20 de mayo, cuando partidarios de las Fuerzas Libanesas atacaron autobuses de refugiados decorados con la efigie del presidente sirio Bashar al-Assad y banderas sirias. Los pasajeros se dirigían a su embajada en Yarzé, para votar en las elecciones presidenciales de Siria, a celebrarse el 26 de mayo.
"Lamentamos los enfrentamientos que se produjeron en la carretera de Nahr el-Kalb (Kesrouan) entre algunos libaneses y refugiados sirios que iban a votar”, dijo el patriarca. “Lo que está en juego aquí son las provocaciones contra los sentimientos de los libaneses en una región que tiene muchos mártires -mártires que cayeron en los combates contra el ejército sirio. Y además, la cuestión de los prisioneros libaneses en las cárceles sirias y cuyo paradero se desconoce hasta el día de hoy."
Tras subrayar que en el Líbano, el pueblo sirio "fue acogido con generosidad", el jefe de la Iglesia maronita estimó que "el regreso a casa de más de un millón y medio de refugiados sirios" no puede estar supeditado a la solución política "del conflicto que asola Siria desde 2011." Defendiéndose de "cualquier espíritu hostil", el primado maronita justificó este llamamiento con "un sentido de responsabilidad hacia el Líbano". En este contexto, pidió finalmente a las autoridades del Estado que "adopten medidas operativas para garantizar el retorno rápido y seguro" de los refugiados sirios.