Bashar al-Assad fue elegido presidente de Siria por cuarta vez

El presidente saliente triunfó con el 95,1% de los votos. Los rivales Abdallah Salloum Abdallah y Mahmoud Mareï obtuvieron el 1,5% y el 3,3% de los votos. La cifra de participación ronda el 76%. Se votó en las áreas controladas por Damasco. En la provincia de Idlib, en manos de los rebeldes, hubo protestas multitudinarias. Para Occidente, las elecciones no son "ni libres ni justas".


Damasco (AsiaNews / Agencias) - Bashar al-Assad triunfó en las elecciones presidenciales celebradas el 26 de mayo y fue reelegido para un cuarto mandato consecutivo - de siete años - al frente de Siria con el 95,1% de los votos. Las elecciones fueron calificadas como una farsa e ilegítimas por los disidentes en el exilio y por Occidente. Los otros dos candidatos admitidos, el exministro Abdallah Salloum Abdallah y el opositor "tolerado" por el régimen, Mahmoud Mareï, obtuvieron respectivamente el 1,5% y el 3,3% de los votos .

En un país que sigue marcado por la guerra que comenzó en 2011 - y todavía no ha terminado - con brotes de violencia y partes del territorio en manos de los rebeldes - como la provincia de Idlib - participaron en la votación cerca de 14,2 millones de personas, sobre un total de 18,1. Según informó el presidente del Parlamento, la cifra final de participación fue del 76% aproximadamente.

La votación se llevó a cabo en las zonas controladas por el gobierno de Damasco, que equivalen a dos tercios del territorio total, y en las embajadas de Siria en el exterior, donde se votó el 20 de mayo. En el vecino Líbano, un grupo de ciudadanos sirios fue emboscado cuando se dirigían a la representación diplomática para votar.

En 2014 se realizaron las primeras elecciones presidenciales en tiempo de guerra y Assad, de 55 años, ganó su tercer mandato con el 88% de los votos. Al igual que en aquel momento, los gobiernos occidentales calificaron la elecciones como "ni libres ni justas", y la oposición en el exterior habló de una "farsa". En una nota conjunta, los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Estados Unidos la consideran "ilegítima", señalando que no hubo supervisión de la ONU. El líder de Damasco respondió inmediatamente  que la opinión de Occidente "vale cero".

En el mismo momento en que se desarrollaba la votación, en la provincia de Idlib, controlada por grupos rebeldes y yihadistas, se llevó a cabo una multitudinaria protesta. También hubo críticas de la oposición que, desde el exterior, está negociando con emisarios del gobierno sirio, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, para acordar un proceso de transición democrática (que incluya la redacción de una nueva Constitución) y llegar a una plena y completa pacificación del país. Yahya al-Aridi, portavoz de la Comisión negociadora siria, afirmó que Assad ha mostrado "desprecio por el pueblo". Acusa al gobierno "ayudado por Rusia e Irán" de querer "matar el proceso político" y perpetuar un clima de "tiranía".