Desde el santuario de Nashik, rezan el Rosario pidiendo por el fin de la pandemia
de Nirmala Carvalho

Al finalizar el mes de mayo, se reza la oración vía streaming desde el santuario dedicado al Niño Jesús, en el estado indio de Maharashtra. El rector del santuario, el Padre Errol Fernandes, comenta: "Así como María compartió con Isabel la alegría de su maternidad, pedimos que nos traiga la buena noticia de un mundo curado".


Bombay (AsiaNews) –  En el santuario del Niño Jesús de Nashik, en el estado indio de Maharashtra, hoy rezan el Rosario para que "nuestro amado mundo se cure". En comunión con el maratón de oración por el fin de la pandemia, impulsado por el Papa Francisco durante este mes de mayo, la oración tendrá lugar hoy a las 19:00 (hora local). Será  transmitida por el canal de YouTube del sitio de peregrinación. El santuario de Nashik suele reunir a personas de todos los credos y los que han invocado al Niño de Dios han obtenido muchos milagros.

El rector del santuario, el padre jesuita Errol Fernandes, escribe en su perfil social, invitando a la oración: "En la fiesta de hoy recordamos la visita de María a Isabel para compartir con ella una buena noticia: que se convertiría en la madre de Jesús. Hoy le pedimos a María que comparta con nosotros la buena noticia de que, por su intercesión, el mundo sea curado y redescubra la bondad y la presencia de Dios".

Se invita a los fieles a escribir intercesiones, comentarios y oraciones en la página de YouTube, donde se transmitirá la oración en directo, "con la certeza de que nuestra Santísima Madre siempre intercede". El padre Errol fue vicerrector del prestigioso St Xavier's College de Bombay. Durante la pandemia realizó numerosas reuniones virtuales y se mantuvo cerca de los pacientes de Covid-19. En los últimos días acompañó desde lejos y con los sacramentos a un paciente de Covid-19 que estaba conectado a un respirador artificial y que moriría al día siguiente. El contacto con el P. Errol le reconfortó a él y a la familia, que expresó su inmensa gratitud por no haber abandonado a su ser querido en el momento de la muerte.