Rehan, el 'buen samaritano' de Faisalabad
de Shafique Khokhar

Con una pequeña organización en el barrio de Warispura, un trabajador social no proporciona ayuda en efectivo sino equipamiento para comenzar una actividad. En los últimos seis meses han nacido más de 10 emprendimientos gestionadas por familias cristianas pobres. El apoyo económico proviene de las donaciones de dos primos que viven en Estados Unidos "a los que sólo Dios podrá pagarles".


Faisalabad (AsiaNews) - No hay que dar directamente dinero a los pobres sino ayudarlos a iniciar un negocio, para que ellos mismos puedan ganarse el pan. En esta filosofía se inspira el Good Samaritan Resource Center, una pequeña organización iniciada por Rehan Masih, trabajador social del barrio de Warispura. Con recursos muy limitados, se propone seguir al pie de la letra la invitación evangélica de la parábola del buen samaritano: "Cuida de él y lo que gastes de más te lo devolveré a mi regreso" (Lucas 10,35). ).

Masih cuenta que en la vida él aprendió que es mucho mejor enseñar a pescar que repartir pescados. Entonces comenzó a apoyar a personas capaces en actividades sencillas, como rickshaws, pequeñas tiendas, sastrerías y salones de belleza. Incluso suministró vacas y cabras a personas que sabían cómo hacer de ellas un negocio rentable. De esa manera, en vez de degradarse mendigando o quedar estranguladas por préstamos, estas personas ahora pueden trabajar honorablemente por sí mismas gracias al Good Samaritan Resource Center.

Masih explica que el centro no entrega dinero a nadie: él mismo se encarga de comprar lo que hace falta y lo entrega, evitando así que el dinero se utilice para otros fines. Juntos eligen lo que se necesita para el negocio y luego él lo suministra. Desde Estados Unidos sus dos primos Nayer e Issac apoyan su trabajo, obteniendo a cambio una satisfacción interior que solo Dios puede retribuir. En los últimos seis meses juntos han puesto en marcha más de 10 pequeñas empresas gestionadas por familias cristianas pobres; hay otras 50 en espera. Él se propone dar a las familias todo lo que le entregan, "sin ningún interés". No retiene una sola rupia, todo está destinado a los emprendimientos. Ahora tiene previsto poner en marcha una parrilla y otras pequeñas iniciativas económicas, para las que debe entrevistarse con unas diez familias en las próximas semanas.

“En un momento difícil me ayudaron a valerme por mí mismo. Rehan y su grupo me proporcionaron la maquinaria, las telas y la ropa”, dice a AsiaNews Irfan Masih, una persona discapacitada que abrió una sastrería. Ahora hace uniformes escolares y ropa para hombre y mujer, y gana cerca de 20 dólares por día, lo que le permite mantener a su familia.

Otro beneficiario, Niyamat Masih, explica que trabajaba limpiando varios edificios cuando oyó hablar de Rehan. Después de un par de meses de verificaciones le consiguieron un rickshaw con  el cual ahora se gana honradamente la vida y mantiene a su familia.