Los migrantes de Asia Central prefieren Kazajistán antes que Rusia
de Vladimir Rozanskij

Se gana menos, pero hay menos riesgos y menos problemas. Entrar en territorio ruso ahora cuesta más. Los empresarios kazajos llegan incluso a pagar el viaje a la mano de obra extranjera. La fuerza económica de Nur-Sultan, que hace negocios con todos: Rusia, Europa y sobre todo China.

 


Moscú (AsiaNews) - Una investigación de Radio Azattyk del 8 de junio mostró que los trabajadores migrantes de países de Asia Central prefieren buscar fortuna en Kazajstán, donde los ingresos son mucho más bajos que en Rusia pero hay menos riesgos y menos problemas. Provienen sobre todo de Uzbekistán, Tayikistán, Kirguistán y Turkmenistán.

Los pasajes de avión a Rusia han subido mucho de precio en el año de la pandemia y los permisos de trabajo también se han vuelto más difíciles de obtener, con el riesgo de ser repatriados sin previo aviso.

Kazajstán es el país más rico de la antigua región soviética y en gran parte todavía es de habla rusa, incluso en comparación con los menos accesibles Afganistán y Pakistán, por no hablar de las regiones occidentales de China. Azattyk recogió algunos testimonios interesantes de los mismos migrantes y sus empleadores.

Dilšodbek, de 42 años, proviene de la ciudad de Kokand, al este de Uzbekistán, y pasó más de diez años como trabajador temporal en Rusia. Este año decidió ir a Kazajstán: "Aquí pagan mucho menos, pero haciendo cuentas no hay mucha diferencia: mi primo fue a Rusia en mayo, gastó más de 490 euros en el pasaje y 246 por el permiso, mientras que para ir a Kazajstán, entre 165 y 245 euros pueden ser suficientes".

Kazajstán acoge con gusto a los trabajadores migrantes para realizar los trabajos más pesados ​​que los locales rechazan. En algunas regiones de Kazajstán, los empresarios y las administraciones llegan a pagar el viaje a los migrantes de los países vecinos. En mayo, las autoridades de la región occidental de Atyrau trajeron 600 trabajadores de Uzbekistán para la agricultura y el mes anterior habían organizado un vuelo chárter para 70 uzbekos destinados a limpiar las calles de la ciudad.

Akturlan Ermanov, dueño de un gran establecimiento agrícola en la región de Atyrau, es uno de los empresarios que se ha ofrecido a financiar a los migrantes de Uzbekistán, a pesar de que entre el billete y la prueba de covid le cuestan casi 410 euros cada uno. Ermanov posee 1.500 hectáreas de tierra y no encuentra candidatos entre sus compatriotas: “Los migrantes trabajan bien. En cambio, los locales comienzan, pero no completan las tareas asignadas, y me veo obligado a despedirlos. A menudo se van por su cuenta, sin avisar”, confiesa a Azattyk.

Los recolectores de basura de Atyrau ganan 270 euros mensuales y disfrutan de algunos privilegios como trabajadores municipales, mientras los que hacen tareas agrícolas llegan a un máximo de 195 euros por mes. Para los migrantes uzbecos y de otros países son salarios considerables, teniendo en cuenta que en su país el desempleo a menudo ha alcanzado niveles dramáticos.

El trabajo estacional o el traslado permanente de millones de personas a Rusia se había convertido en una constante en las décadas posteriores al fin de la URSS. Desde 2014, cuando Rusia comenzó a sufrir las sanciones occidentales por el conflicto con Ucrania y con los efectos de la crisis económica mundial, el número de migrantes a Kazajstán comenzó a aumentar de manera progresiva. Antes de la pandemia, cerca de un millón de migrantes provenientes de otros países de Asia central trabajaban en el país; hoy es difícil dar números exactos, considerando la gran cantidad de personas que trabajan ilegalmente, pero la cifra está más cerca de 10 millones que de cinco, dependiendo de los cálculos.

En Kazajstán también hay menos riesgo de agresiones xenófobas, que se ha vuelto mucho más frecuente en Rusia. El país presidido por Qasim-Jomart Tokaev, con el eterno ex presidente Nursultan Nazarbaev a sus espaldas, en los últimos años ha sabido atraer capitales y empresas del Este y del Oeste, desde Europa hasta Rusia y sobre todo China.