Aung San Suu Kyi, acusada (también) de corrupción

Es el séptimo cargo que se le imputa, el más grave y por el que podría pasar hasta 15 años en prisión. Mientras tanto, los opositores al régimen tienen dificultades para recibir atención médica. Esta mañana se estrelló un avión, pero las causas del accidente no parecen estar relacionadas con los enfrentamientos entre los militares y las fuerzas anti-golpistas.


Rangún (AsiaNews) -  El régimen militar presentó una nueva acusación contra Aung San Suu Kyi, el séptimo cargo que se le imputa. La líder del gobierno civil derrocado por los generales en febrero ha sido declarada culpable de corrupción por haber "abusado de su posición". Así lo revela el periódico oficialista Global New Lights. Según la Junta militar que tomó el poder, la líder de la Liga Nacional por la Democracia (NLD) aceptó sobornos en oro y efectivo por un valor de 600.000 dólares. Es el cargo más grave que se le imputa hasta ahora, y por el que arriesga hasta 15 años de prisión

Entre los demás cargos que se imputan figuran la presunta violación del secreto oficial, la importación ilegal de walkie-talkies y la incitación al desorden público. El sitio web independiente The Irrawaddy señala que si Suu Kyi, de 75 años, es declarada culpable de todos los delitos de los que se le acusa, tendría que pasar 25 años en prisión. Su abogado, Khin Maung Zaw, calificó los últimos cargos de "absurdos". En declaraciones a AFP, el letrado dijo que "es una de las excusas para incriminarla, para dejarla fuera de juego".

Mientras tanto, continúan los combates en varias zonas del país. Para los opositores al régimen, resulta cada vez más difícil recibir tratamiento médico. Los manifestantes heridos durante las protestas se niegan a ser tratados en los hospitales estatales controlados por los militares, por lo que prefieren buscar tratamiento en secreto, acudiendo a médicos que simpatizan con el movimiento opositor al gobierno de facto. "Temen ser detenidos", explicó Marjan Besuijen, jefe de misión de Médicos Sin Fronteras (MSF). El 8 de junio se pidió a la organización humanitaria que suspendiera sus actividades en el país. Médicos Sin Fronteras operaba en la ciudad de Dawei, en el sur del país, tratando a pacientes con tuberculosis y HIV. 

A pesar de los disturbios y la violencia de los últimos cuatro meses, hasta hace dos días MSF continuaba desarrollando su trabajo. Cabe mencionar, sin embargo, que en un informe del mes pasado, el grupo humanitario escribe que algunos de sus colegas que trabajan en Myanmar sufrieron incursiones militares. Estas organizaciones "prestan primeros auxilios a los manifestantes heridos”, y durante las incursiones “sus instalaciones y equipamiento fueron destruidos".

Esta mañana, un avión se estrelló en la región central de Mandalay. El avión transportaba personal militar, monjes y algunos civiles, y se dirigía desde la capital, Naipyidó, a Pyin Oo Lwin. En el incidente murieron 12 personas y dos resultaron heridas. Según una declaración del vocero de la junta, Zaw Min Tun, el accidente fue causado por las malas condiciones meteorológicas.