Los militares secuestran a siete sacerdotes y queman un pueblo

El padre Aung Ling fue liberado tras 11 horas de interrogatorio. Los sacerdotes son secuestrados y obligados a firmar documentos en los que se comprometen a no apoyar a las fuerzas de la oposición. Un pueblo entero, arrasado por el fuego.


Rangún (AsiaNews/Agencias) - Continúa la violencia del Tatmadaw (el ejército birmano) contra la Iglesia y los civiles. Ayer, un sacerdote católico fue secuestrado y tras interrogarlo durante 11 horas fue dejado en libertad. Se trata del padre Michael Aung Ling, párroco de la iglesia de Hakha, detenido por su presunto apoyo a las fuerzas de la resistencia en el municipio de Kanpetlet, estado de Chin. Fue liberado tras obligarlo a firmar un documento en el que declaraba su compromiso de no apoyar a grupos o movimientos que se opongan  al ejército. Ayer, seis sacerdotes y otra persona corrieron la misma suerte: fueron secuestrados en una aldea de Mandalay, acusados de ayudar a jóvenes rebeldes.

El 15 de junio, las fuerzas del ejército incendiaron la aldea de Kin Ma, en la región de Magway, en el centro del país, matando a cuando menos dos ancianos que estaban atrapados en sus casas. Los habitantes locales contaron a Reuters lo sucedido, mientras la televisión estatal del país afirmaba que el incendio había sido provocado por "terroristas". Para los medios de comunicación del régimen, los periódicos que informan de noticias diferentes "conspiran para desacreditar a los militares".

Según los habitantes de Kin Ma, los soldados incendiaron el pueblo tras los enfrentamientos entre los militares y las milicias locales, que se oponen a los generales golpistas. De las más de 200 casas que componían el pueblo, sólo quedan en pie 30; la mayoría de la población se está refugiando en los bosques para escapar de la violencia.

En los días previos al hecho, las fuerzas de la Junta habían asaltado algunas aldeas de la zona de Tabayin, abriendo fuego sobre los civiles tras cortar la electricidad. Según The Irrawaddy, los hechos serían una venganza de los soldados tras el asesinato de las hijas de un informante.