Papa: que la pandemia impulse a católicos y ortodoxos hacia la plena unidad

Francisco recibió en Roma a la delegación del Patriarcado Ecuménico con motivo de la fiesta de los Santos Pedro y Pablo. "¿No podríamos inaugurar una nueva fase de las relaciones entre nuestras Iglesias, caracterizada por caminar más juntos, por querer dar verdaderos pasos adelante, por sentirnos verdaderamente corresponsables unos de otros?".


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "Inaugurar una nueva fase de relaciones" entre católicos y ortodoxos cuya meta sea la plena comunión. La ya tradicional visita de una delegación del Patriarcado Ecuménico a Roma con motivo de la fiesta de los santos Pedro y Pablo fue una oportunidad para que el Papa Francisco propusiera un relanzamiento del diálogo entre las Iglesias hermanas.

En su discurso a la delegación, la cual estuvo encabezada por el obispo metropolitano Emmanuel (en la foto), debido a la imposibilidad de desplazarse del Patriarca Bartolomé, Francisco retomó el concepto de que las crisis son también oportunidades. "Este año -dijo- celebraremos a los Santos Pedro y Pablo mientras el mundo sigue luchando por salir de la dramática crisis provocada por la pandemia. Esta plaga ha sido una prueba que ha afectado a todos y a todo. Pero incluso más grave que esta crisis es la posibilidad de desperdiciarla, sin aprender la lección que nos da. Es una lección de humildad, que nos enseña que es imposible vivir sanos en un mundo enfermo y seguir como antes sin darnos cuenta de lo que estaba mal".

E incluso ahora "el gran deseo de volver a la normalidad puede enmascarar la insensata pretensión de apoyarse otra vez en falsas seguridades, en hábitos y proyectos que apuntan exclusivamente al beneficio y a la búsqueda de los propios intereses, sin ocuparse de las injusticias planetarias, del clamor de los pobres y de la precaria salud de nuestro planeta".

En cuanto a nosotros, los cristianos, continuó diciendo, se nos llama "a preguntarnos con seriedad si queremos volver a hacer todo como antes, como si no hubiera pasado nada, o si queremos asumir el reto de esta crisis".

Para los cristianos, "tomarse la crisis en serio” significa "encaminarse hacia la plena comunión", subrayó el papa. "Toda crisis nos sitúa ante una encrucijada y abre dos caminos: el del repliegue sobre uno mismo, en una búsqueda de la propia seguridad; y el de las oportunidades, o el de la apertura al otro, con los riesgos que ello conlleva, pero sobre todo con los frutos de gracia que Dios asegura."

"Queridos hermanos, ¿no ha llegado la hora, con la ayuda del Espíritu, de dar un nuevo impulso a nuestro camino para romper viejos prejuicios y superar definitivamente las rivalidades dañinas? Sin ignorar las diferencias que habrá que superar a través del diálogo, en la caridad y en la verdad, ¿no podríamos inaugurar una nueva fase en las relaciones entre nuestras Iglesias, caracterizada por caminar más juntos, por querer dar verdaderos pasos adelante, por sentirnos verdaderamente corresponsables unos de otros? Si somos dóciles al amor, el Espíritu Santo, que es el amor creador de Dios y armoniza la diversidad, abrirá el camino de la fraternidad renovada. El testimonio de la creciente comunión entre nosotros, los cristianos, será también un signo de esperanza para muchos hombres y mujeres, que se sentirán animados a promover una fraternidad más universal y una reconciliación capaz de corregir los errores del pasado. Esta es la única manera de abrir un futuro de paz".

"Un hermoso signo profético será también la colaboración más estrecha entre ortodoxos y católicos en el diálogo con otras tradiciones religiosas".

La delegación ortodoxa se encuentra en Roma en el marco del tradicional intercambio de delegaciones con motivo de las fiestas de sus respectivos patronos: el 29 de junio, en Roma, para la celebración de los Santos Pedro y Pablo; y el 30 de noviembre, en Estambul, para la celebración de San Andrés. La delegación, encabezada por el metropolitano de Calcedonia Emmanuel, acompañado por el metropolitano de Buenos Aires, el diácono Iosif Barnabas Grigoriadis, visitó el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos tras el encuentro con Francisco. Mañana, 29 de junio, asistirá a la misa presidida por Francisco.