El nuevo imperio otomano de Erdogan avanza en el Cáucaso y Asia Central
de Vladimir Rozanskij

Ankara media entre Kirguistán y Tayikistán sobre problemas fronterizos. En el Cáucaso, la influencia turca es igual a la de Rusia. El papel de Turquía en la victoria militar de Azerbaiyán contra Armenia. El ejército azerbaiyano, de hecho, está bajo el control de los generales de Erdogan. El sueño de la unión turco-azerbaiyana.

 


Moscú (AsiaNews) - El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Khulusi Akar, comenzó el 1 de julio una gira por Asia Central, primero en Kirguistán y siguiendo por Tayikistán. El motivo principal del viaje es favorecer acuerdos entre los dos países para evitar que se repitan los recientes enfrentamientos fronterizos. Sin embargo, Khulusi hizo referencia a objetivos más ambiciosos y habló de "ampliar la colaboración en el ámbito militar, de la seguridad y de la industria bélica" y recordó que Dushanbe y Bishkek son "socios importantes de Turquía".

La victoria militar de Azerbaiyán sobre Armenia en noviembre del año pasado cambió el equilibrio de poder no solo en el Cáucaso sino en toda la región que rodea el "nuevo imperio" turco, hasta Asia Central. Rusia solo ha obtenido un frágil armisticio en Nagorno Karabaj y tuvo que renunciar a ser el gran protagonista de los juegos caucásicos en la frontera entre Europa y Asia. En cambio la influencia de Turquía, que apoyó explícitamente a los azeríes de palabra y de hecho, ha crecido mucho: como mínimo, ahora es igual a la de los rusos en el Cáucaso.

Los militares turcos prosiguen las intensas "sesiones de Mustafa Kemal Ataturk 2021” en las que entrenan al ejército de Azerbaiyán, que de hecho está controlado por Ankara.

La agencia de noticias turca Anadolu habló de las relaciones entre Turquía y Azerbaiyán según el concepto de "dos estados, una nación". De hecho, la enfática expresión está contenida en la "declaración de Shusha" del 16 de junio que firmaron el presidente turco Recep Tayyp Erdogan y su par azerbaiyano Ilham Aliev.

Para Bakú, la firma del documento es un "paso de importancia histórica". Shusha es la ciudad simbólica de Nagorno Karabaj, que desde sus 1.368 metros sobre el nivel del mar permite abarcar con la mirada las vastas extensiones del nuevo imperio turco-otomano.

El acuerdo de colaboración firmado en Shusha no obliga a las partes a emprender ninguna acción concreta. Sin embargo, como señaló Aliev, "muestra que en el futuro siempre estaremos juntos y cuidaremos la de la seguridad del otro, como ocurría en el pasado, cuando Azerbaiyán y Turquía estaban unidos en las cuestiones más importantes". Sobre todo en la declaración se afirma que "toda acción bélica contra uno de los dos países significa automáticamente declarar la guerra también al otro".

La colaboración militar mutua entre Turquía y Azerbaiyán es incluso anterior al conflicto con Armenia. En 2017 ambas partes firmaron los primeros acuerdos en el campo de la industria bélica y también comenzó el entrenamiento turco en Bakú. Desde entonces se empezó a hablar del ejército azerbaiyano como una "copia menor" del turco. Los jóvenes oficiales azerbaiyanos (casi 20.000 efectivos) son todos graduados de academias militares turcas y han desplazado a la "vieja guardia soviética" más vinculada a los rusos.

El 27 de octubre de 2020, con la euforia por el triunfo de Azerbaiyán en Nagorno Karabaj, el diario Turkiye publicó un número especial convocando a la "Decisión del Ejército de Turanian" que imagina un ejército pan-turco formado por Turquía, Azerbaiyán, Kazajstán, Uzbekistán, Turkmenistán, Kirguistán y Tayikistán (aunque los tayikos son de estirpe iraní, ndr).

El cantante azerbaiyano Talib Tale arrasó este año con la canción "Bir Millət İki Dövlət", dedicada precisamente al amor mutuo entre Turquía y Azerbaiyán, que comienza diciendo: "Hace mucho tiempo que estábamos divididos, ahora estamos unidos, una nación, dos Estados". Según las encuestas, el 91% de los azeríes apoya la unión con los turcos.

En una entrevista reciente con el diario oficialista Eny Musavat, el multimillonario azerbaiyano Ilham Rahimov, muy cercano a Aliev, fue aún más lejos. Afirmó que, en su opinión, ha llegado el momento de pasar directamente al modelo de “una nación, un estado”.

Estos sentimientos pro-turcos son compartidos incluso por la oposición política en Azerbaiyán. Gultekyn Gadjbeyly, líder del Partido del Consejo Nacional, dijo que "el ideal de una Confederación Turca sería la forma más realista de resolver los conflictos y contradicciones del mundo contemporáneo, especialmente en nuestra región geopolítica, donde nuestra misma nación se encuentra a menudo en peligro".

La idea de la unión azerbaiyano-turca es un sueño que se ha cultivado en Bakú desde el fin de la Unión Soviética.