Entraron hoy en vigor, al terminar el Eid al-Adha. Los expertos consideran que las celebraciones tendrán como consecuencia un nuevo aumento de los contagios. Aprobaron la vacuna Pfizer para niños con trasplantes. Más de un millón de casos.
Sindh (AsiaNews) - La situación sanitaria sigue empeorando en Pakistán y se espera un aumento de casos tras las celebraciones del Eid al-Adha (la fiesta islámica del sacrificio) que tuvo lugar en los últimos días.
En la provincia de Sindh, la más afectada, entrarán en vigor a partir de hoy nuevas medidas restrictivas. Las autoridades provinciales habían tomado la decisión en los últimos días, cuando la tasa de positividad superó el 10%. Según las nuevas normas, los centros comerciales, los comercios y las grandes empresas solo podrán operar desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde, mientras que las tiendas de comestibles, las farmacias y los pequeños comercios están exentos del toque de queda y podrán continuar sus actividades. Las escuelas permanecerán cerradas hasta el 31 de julio, aunque los exámenes se llevarán a cabo según lo previsto. Las oficinas, públicas y privadas, seguirán desempeñando sus funciones con el 50% del personal. Los trabajadores y el personal de todas las empresas deberán estar vacunados.
El gobierno había invitado a los ciudadanos a reducir los encuentros familiares, evitar las reuniones en mezquitas y limitar los contactos interpersonales con motivo del Eid. El Dr. Faisal Sultan, asesor del primer ministro en materia de emergencia sanitaria, había pedido que las celebraciones se llevaran a cabo en circunstancias "limitadas y cerradas".
El primer día de fiesta, el 22 de julio, el país no registró ningún caso, pero al día siguiente hubo 4.660. Desde el comienzo de la pandemia se han producido más de 23.000 muertes y más de un millón de positivos. Por otra parte, el Corona Experts Advisory Group aprobó la administración de la vacuna Pfrizer a los niños que han sido sometidos a un trasplante de hígado, riñón o médula ósea.
El Dr. Daniel Bashir, médico católico de Karachi, explicó que Pakistán se ha convertido en el trigésimo país del mundo en registrar más de un millón de casos de Covid-19: "Es una situación alarmante, espero que la gente comprenda su gravedad".