Andhra Pradesh, efecto Covid: el trabajo y los matrimonios infantiles se duplicaron
de Alessandra De Poli

Venkataswamy Rajarapu es el director general del programa Street2School, que estudia los problemas generados por el cierre de las escuelas debido a la pandemia. Para explicar las causas de los abusos hay que tener en cuenta los factores económicos y culturales. Ya pasó lo peor, pero temen una tercera ola en el otoño.

 


Vijayawada (AsiaNews) - Déficit de aprendizaje, pero no solo eso. En algunos países las escuelas cerradas para combatir la pandemia de covid-19 están provocando daños mucho más graves. En la India el lockdown ha aumentado el número de niñas entregadas en matrimonio y de jóvenes y muy jóvenes obligados a trabajar. En Andhra Pradesh, un estado del centro-este, sobre la Bahía de Bengala, la situación es dramática. Durante la primera ola de la pandemia, los casos de trabajo infantil y de matrimonio infantil se duplicaron. Según los últimos informes del gobierno, más del 29% de las jóvenes de entre 20 y 24 años se casaron siendo menores de edad, y de estas, el 12,6% tuvo su primer embarazo entre los 15 y los 19 años. UNICEF advierte que los avances logrados en las últimas décadas en materia de protección infantil podrían desaparecer por las consecuencias de la pandemia.

Para comprender las causas de estos abusos hay que considerar los factores culturales y económicos, explicó a AsiaNews Venkataswamy Rajarapu, director general de Street2School, un programa de la ONG italiana Care & Share que trabaja en la India desde hace más de 30 años. "En las comunidades rurales y marginales no se espera la edad legal para casarse. Las niñas son entregadas en matrimonio a los 14 años porque sus padres se casaron a esa misma edad. Pero las familias también lo hacen por razones económicas: con el covid la dote cuesta menos y como muchos padres se han quedado sin trabajo, aceptan casar a sus hijas ahora, porque después lo precios podrían subir. Además, cuanto más joven es la niña, menos tienen que gastar las familias”.

"El miedo a que la niña pueda casarse con alguien de otra casta o de otra religión también es un factor importante. Si eso ocurriera, la niña sería acusada de deshonrar a la familia. Muchos jóvenes se suicidan o los matan por esa razón", continúa. el experto.

El empobrecimiento de las familias obliga a los padres a enviar a sus hijos en busca de trabajo. “Se hace una distinción entre trabajo en el campo y no en el campo. Aquí en Andhra Pradesh el trabajo en el campo no es común, pero algunos niños son enviados a las plantaciones de algodón porque con sus manos pequeñas recogen con mayor facilidad las flores sin arruinarlas”.

La disminución de los controles policiales y la suspensión de la escuela han hecho que todo sea mucho más fácil. Las instalaciones que alojaban a niños y adolescentes, como las de Care & Share, también se cerraron por miedo a los brotes. Los niños quedaron a cargo de tutores o de un progenitor soltero que a menudo solo cuenta con la ayuda del gobierno (5 kg de arroz de mala calidad) y ni siquiera puede cubrir las necesidades  del menor.

Por último está el factor psicológico. “No solo se les envía a trabajar, sino que las ansiedades y miedos de los adultos se proyectan en los niños. Además, están aislados, no pueden salir a ver a sus amigos. Frustrados por la falta de trabajo, los padres ven a los niños en casa como una carga adicional y muchos de ellos también sufren abusos físicos”, concluye Rajarapu.

La situación de la pandemia ya no es tan grave como hace unos meses (todos recordamos las fotos de los crematorios al aire libre), pero por un lado la población teme la posibilidad de una tercera ola para el otoño y, por otra parte, se resiste a vacunarse por miedo a una conspiración china. Mientras que las comunidades más pobres, como las tribales, ni siquiera pueden permitirse comprar equipos de protección médica. “Durante la primera ola, distribuimos principalmente alimentos”, explica Antonio Benci, director general de Care & Share. Después, con la segunda ola, los organismos del gobierno nos pidieron ayuda con los hospitales y los centros de covid que surgieron como hongos. Pero al principio los operadores empezaron a trabajar en primera línea sin mascarillas y sobre todo sin vacuna”.

En junio volvió a comenzar en la India el año escolar, pero la educación está delegada en los Estados, que deciden de manera independiente cómo manejar la situación. En la mayoría de los casos, a las familias se les ha dado libertad para que decidan si continúan o no la enseñanza de manera virtual. Si los niños quieren volver a la escuela, necesitan un permiso por escrito de los padres. Una medida que corre el riesgo de que continúen los abusos contra los niños.