OIEA: Teherán incrementa el enriquecimiento del uranio al 60% y se acerca a la bomba atómica

Según el director general Grossi, la planta de Natanz "está funcionando bajo un nuevo modelo".  Se ha creado una segunda cascada de centrifugadoras para incrementar el  enriquecimiento de uranio. Las miradas se centran en el umbral del 90%, necesario para producir un artefacto nuclear. Las negociaciones en Viena se encuentran estancadas; la Unión Europea planea agendar un nuevo encuentro en septiembre.


Teherán (AsiaNews/Agencias) -  Teherán puso en marcha un nuevo proceso para impulsar la producción de uranio enriquecido, que ahora se sitúa en el 60%. Según los expertos, el nivel actual se aproxima cada vez más al fatídico umbral del 90%, necesario para producir la bomba atómica. La información fue difundida por Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Mientras tanto, siguen estancadas las negociaciones en Viena para reactivar el acuerdo del 2015 (JCPOA), que limita las actividades de la República Islámica en el campo nuclear. 

En su último informe, el responsable de la agencia de la ONU indicó a los Estados miembros que Irán "ha puesto en marcha un nuevo modelo operativo para la producción de uranio enriquecido al 60%" en la planta de Natanz, en el centro del país. Según Grossi, se activó una segunda cascada de centrifugadoras -la primera comenzó a funcionar en abril- para incrementar el nivel de enriquecimiento.

A mediados de abril, Teherán había comenzado a elevar el nivel de enriquecimiento, por encima del 20% fijado anteriormente y muy por encima del límite del 3,67% estipulado en el acuerdo nuclear internacional del 2015. Para producir una bomba atómica, el enriquecimiento debe ser igual o mayor al 90%, aunque se precisan muchos más pasos para obtenerla.

En los últimos dos años, Teherán ha ido violando progresivamente los términos del acuerdo nuclear del 2015, atenuando las restricciones que se habían acordado a cambio de un alivio parcial de las sanciones internacionales, principalmente estadounidenses. Los primeros pasos en este sentido se remontan a 2019, en respuesta a la retirada del JCPOA del ex presidente Donald Trump en mayo de 2018 y la reintroducción de las sanciones más duras de la historia, que provocaron un colapso de la economía iraní.

El acuerdo provisorio expiró el 24 de junio. Sin embargo, los diplomáticos internacionales manifiestan un cauto optimismo y afirman que es posible un nuevo pacto nuclear aunque Joe Biden haya mantenido las sanciones de su predecesor. Desde abril, emisarios estadounidenses, europeos e iraníes mantienen conversaciones en Viena para intentar restablecer el acuerdo.

La última reunión se celebró el pasado 20 de junio, inmediatamente después de las elecciones presidenciales en Irán, que dieron la victoria al ultraconservador Ebrahim Raisi. Desde entonces, no se han fijado nuevas fechas para los coloquios en Viena, lo que hace temer un colapso definitivo de las conversaciones. En los últimos días, la UE ha sugerido una posible reanudación a principios de septiembre. El presidente iraní, por su parte, aboga por el levantamiento de las sanciones estadounidenses que están estrangulando la economía iraní.