Lahore: vandalizaron la estatua del marajá que derrotó a los afganos (VIDEO)
de Shafique Khokhar

El acto vandálico fue obra de un extremista del Tehreek-e-Labbaik, el partido islamista proscrito por el gobierno pakistaní en abril de este año. Ranjit Singh fue uno de los protagonistas del Gran Juego en Asia: repelió las invasiones afganas en el Punjab y estableció relaciones amistosas con los ingleses. Minority Rights Group: "Debemos aceptar los hechos de la historia y preservarlos".


Lahore (AsiaNews) - Las consecuencias de la reconquista talibán en Afganistán ya se hacen sentir en los países vecinos. Ayer, en Pakistán, un extremista musulmán de derechas dañó la estatua del marajá Ranjit Singh, el gobernante sij que en la primera mitad del siglo XIX repelió las invasiones afganas en Punjab. El vándalo, que fue inmediatamente detenido, es un activista del Tehreek-e-Labbaik, un partido islámico que el gobierno de Pakistán proscribió en abril, luego de violentas protestas. 

La estatua se encuentra en el Fuerte de Lahore (Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO) y fue erigida en 2019 para conmemorar el 180 aniversario de la muerte del emperador sij, uno de los protagonistas del Gran Juego entre Inglaterra y Rusia. También se lo conoce como Sher-e-Punjab o "León del Punjab", la región que unificó y gobernó hasta 1839. La escultura es de bronce y muestra al gobernante sij a caballo, con la espada desenvainada.

Los vídeos que circulan por las redes sociales muestran al vándalo trepando por la valla de protección, para luego arrancar un brazo de la estatua y derribar el busto de Ranjit Singh de su caballo (ver vídeo). 

El "León del Punjab" derrotó a los invasores de Afganistán y, antes de su muerte, ayudó a los ingleses a devolver al trono de Kabul a Shujah Shah, su aliado y soberano de la dinastía Durrani, de quien recibió el famoso diamante Koh-i Noor. Los acontecimientos desembocaron en la primera guerra anglo-afgana, que se libró entre 1839 y 1842.

No es la primera vez que la estatua sufre daños. En 2020, otro extremista había roto un brazo de la escultura y fue detenido.

El ministro de Información, Fawad Chaudhary, condenó el hecho vandálico y dijo: "Estos analfabetos son realmente nocivos" para la imagen de Pakistán a nivel internacional. 

Shahbaz Gill, vocero del primer ministro, dijo en un tuit que el incidente "es un síntoma de una mentalidad enferma" y un "intento de minar la reputación de Pakistán".

"El Estado tiene la responsabilidad de garantizar que los ciudadanos puedan vivir en la diversidad", dijo Naumana Suleiman, coordinador de Minority Rights Group, un grupo que aboga por las minorías en el sur de Asia. "Estos sucesos nos recuerdan que todavía necesitamos trabajar mucho en el ámbito de la educación. Tenemos que aceptar los hechos de la historia y preservarlos".