Bangkok: juzgan por 'lesa majestad' a un crítico del fabricante local de AstraZeneca
de Steve Suwannarat

Thanathorn Juangroongruangkit, quien fundó el Future Forward Party en 2018, había planteado dudas sobre el uso de la vacuna producida en Tailandia por una empresa de la familia real. Podrían condenarlo a 15 años de cárcel. Los activistas denuncian el uso cada vez más recurrente de este tipo de cargos para silenciar las críticas contra el ejército y la monarquía.

 


Bangkok (AsiaNews) - Se han presentado dos nuevos cargos contra la persona que - por características profesionales, edad y capacidad comunicativa- es reconocida en Tailandia como el principal referente político de la protesta, que sigue activa y aglutina cada vez más grupos de la sociedad civil a pesar de las amenazas, la represión y la pandemia.

Thanathorn Juangroongruangkit fundó en 2018 el Future Forward Party en 2018, disuelto en febrero de 2020 por una sentencia del Tribunal Constitucional. Ha sido acusado de haber difundido el 18 de enero, in streaming, declaraciones que se consideran ofensivas contra la institución monárquica. En realidad Juangroongruangkit había planteado dudas sobre el uso de la vacuna AstraZeneca que produce Siam Bioscience Group, propiedad de la familia real.

El empresario de 42 años se encuentra en Francia, oficialmente para participar en la maratón Ultra Trail du Mont Blanc del 23 al 29 de agosto, pero ya ha anunciado que volverá a Tailandia después del evento deportivo para afrontar las nuevas acusaciones de lesa majestad, delito que puede recibir penas de hasta 15 años de cárcel por cada cargo. Activistas y medios de comunicación internos, así como observadores extranjeros, consideran que desde hace años el delito de lesa majestad se utiliza para disuadir y reprimir las críticas contra el poder  militar y la monarquía. La oposición ha roto un tabú con respecto a la institución de la monarquía al incluirla entre los objetivos de una campaña de modernización de Tailandia que reclama la participación de la familia real en la vida del país y una mayor transparencia en sus decisiones y su enorme riqueza.

La distancia con la vida del tailandés medio resulta aún más evidente e indigesta en una situación sanitaria, económica y laboral muy difícil, que la evidente incongruencia entre los datos oficiales y los que difunden organismos independientes y asociaciones empresarias o profesionales no alcanza a enmascarar.

Mientras la vacunación avanza con lentitud, la economía está retrocediendo en casi todos los sectores. El mismo director del Banco de Tailandia pidió al gobierno que consiga en el mercado crediticio otros mil millones de baht (más de 25 mil millones de euros) para apuntalar la economía frente a cuatro condiciones negativas: la pérdida de ingresos para los trabajadores que ha superado los 2.5 mil millones de baht; los 3,4 millones de desempleados o subempleados (13,4 por ciento de la población activa no agrícola); la imposibilidad de que sectores clave como el turismo se recuperen sin ayuda; la previsión de que en Bangkok la recuperación podría demorar al menos tres años, frente a los dos que se suponen para gran parte de Asia.