Card. Rai: contra la crisis, un proyecto interno de autonomía y solidaridad
de Fady Noun

El patriarca maronita se pronunció contra la clase dirigente y las fuerzas que intentan eliminar del país de la presencia cristiana. La dramática explosión de Tleil ha conmovido las conciencias. Iglesia, diputados, los municipios de Kesrouan-Jbeil y asociaciones gremiales promueven una iniciativa para responder a las necesidades alimentarias, médicas y energéticas.

 


Beirut (AsiaNews) - ¿Las fuerzas en el poder realmente están tratando de vaciar el Líbano de la presencia viva de los cristianos? Es la gravísima acusación que lanzó el patriarca maronita, cardenal Beshara Raï, contra la clase política y dirigente de la tierra de los cedros el pasado fin de semana. Sin dar nombres, en la homilía de la misa dominical en Dimane - la residencia de verano de los patriarcas - insinuó que se está intentando "vaciar el país de sus fuerzas más vivas" y que el frente cristiano es el verdadero objetivo de este plan maquiavélico.

En un contexto de crisis continua, el patriarca anunció que la Iglesia maronita ha decidido reaccionar para contrarrestar este plan, en coordinación con los diputados de la región, las administraciones locales y las asociaciones gremiales. De manera "temporal", estas instancias se están organizando para garantizar a la población la cobertura de las necesidades esenciales en materia de alimentación, medicamentos, energía y comunicación, "a la espera de que surja un nuevo aparato estatal digno de ese nombre". continuó el jefe de la Iglesia Maronita.

Federación de Municipios de Kesrouan

Una fuente bien informada refiere que ya se realizaron dos reuniones en la sede de la Federación de Municipios de Kesrouan, en Jounieh, con el objetivo de organizar la vida civil en el distrito. En las reuniones participaron cinco diputados de la circunscripción de Kesrouan-Jbeil, entre ellos Chamel Roukoz, yerno del jefe de Estado, el industrial Neemat Frem y Farid el-Khazen. A ellos se suman los vicarios patriarcales padre Paul Rouhana y padre Nabil Andari, junto con muchos funcionarios de la ciudad y empresarios, incluidos propietarios de empresas farmacéuticas e importadores de combustible. El propósito de estos encuentros es poner fin al caos que se está extendiendo debido a la continua escasez de abastecimiento, como demuestran con toda claridad las interminables colas frente a las gasolineras, que a veces dan lugar a escenas de violencia.

Es sabido que la libra libanesa ha perdido cerca del 90% de su poder adquisitivo y que la falta de combustible, debido a que se han agotado las reservas del Banco del Líbano, pone en peligro la seguridad alimentaria y médica de la población. Una de las consecuencias inmediatas es la falta de combustible para mantener operativos los hospitales y las cámaras frigoríficas.

El drama de Tleil

El drama de Tleil (Akkar), que causó más de cien muertos y varias decenas de heridos con quemaduras graves, fue uno de los detonantes de esta toma de conciencia, explica el diputado Charbel Roukoz. El incendio y la explosión del tanque podrían haberse evitado, dijo en resumen el diputado, si el depósito ilegal de gasolina que descubrió el ejército se hubiera puesto bajo protección en vez de dejarlo a merced de un saqueo anárquico. Y la posibilidad de que ocurra un nuevo drama de este tipo, que sigue existiendo en el actual clima de anarquía que impera en el país, es lo que las autoridades y las fuerzas implicadas están tratando de evitar.

“El abastecimiento de gasolina - añade el diputado - que resulta particularmente difícil porque hay que esperar horas para repostar, no es la única necesidad de la población. La recolección de residuos domésticos, la electricidad, los medicamentos, el gas butano y las comunicaciones son necesidades esenciales que la población sufre y no puede cubrir sino al precio de enormes sacrificios ... ”. "Una buena organización - concluye el general Roukoz, pesimista sobre la posible formación de un gobierno - nunca ha puesto en peligro la unidad del país".

"¿No temen que los acusen de aislacionismo o de partidocracia?". “No sabemos cómo resolver estas escaladas”, responde el yerno del presidente Michel Aoun. "Lo que estamos haciendo es un acto de salvación pública, no una división". “El objetivo fundamental - explica el diputado, según el cual estas reuniones se realizarán semanalmente - es evitar que las personas se maten unas a otras. La organización es algo positivo y necesario, sobre todo en tiempos de escasez”.

Según el analista Jean Aziz, la reunión en la sede de la Federación de Municipios del distrito de Kesrouan, donde también se encuentra la sede del patriarcado maronita, sirvió para establecer "una lista de prioridades". En primer lugar, los servicios públicos imprescindibles para toda vida social, como el suministro eléctrico de las estaciones de filtrado de agua y los hospitales, las fábricas farmacéuticas y los centros de comunicación. La seguridad no es una excepción, por lo que es necesario "conceder - concluye el perito - más facultades y autoridad a la policía municipal, para restablecer el orden en las estaciones de servicio pero también, de manera más general, para combatir el fenómeno de la criminalidad".