Deoband, el Islam y los talibanes
de Alessandra De Poli

La investigadora Tasnim Butt de la Université Libre de Bruselas explica a AsiaNews cómo se radicalizó el movimiento religioso nacido en el pueblo de Deoband. La visión rigorista de los talibanes está íntimamente relacionada con la cultura y el tribalismo pashtún, mientras que la rivalidad estratégica entre al-Qaeda y el autodenominado Estado Islámico no tiene nada que ver con el Islam.

 


Kabul (AsiaNews) - En Deoband, India, donde tuvo su origen en el siglo XIX el movimiento religioso con el que se identifican los talibanes, están cansados ​​de que los asocien con los "estudiantes coránicos" que acaban de reconquistar Afganistán y proclamar el nacimiento del 'Emirato Islámico'.

“Somos una escuela religiosa pero también somos indios. Dudar de nuestra integridad cada vez que los talibanes siembran el terror es una vergüenza”, dijeron algunos miembros. "Culpar al Islam por lo que ellos hacer es más grave todavía", afirmó un agricultor de 60 años que siempre ha vivido en Deoband. “Ninguna religión del mundo enseña a matar o mutilar, y tampoco lo hace el Islam. Los talibanes han hecho cosas terribles a hombres y mujeres, cosas que van en contra de las enseñanzas islámicas”.

En la época de la colonización británica esta ciudad solo era una aldea a 150 km de la capital india, y en 1867 se fundó la madrasa de Dār al-ʿUlūm (o Darul Uloom) que hasta la actualidad sigue recibiendo todos los años a miles de estudiantes del sur de Asia. Allí nació el movimiento religioso de los deobandis que - explica la investigadora Tasnim Butt de la Universidad libre de Bruselas - "comenzó como un movimiento fundamentalista y de reforma que quería purificar el Islam de los préstamos culturales hindúes".

En este momento los deobandis, como movimiento religioso y como partido político, están activos principalmente en Pakistán, donde se trasladaron cuando se separó de la India en 1947. Su relación con los talibanes tiene orígenes históricos. Cuando la Unión Soviética invadió Afganistán en 1979, varios grupos de combatientes se unieron a los muyahidines, entre ellos los deobandis pakistaníes.

"Durante los diez años de guerra contra la URSS emigraron a Pakistán entre 4 y 6 millones de refugiados afganos. Muchos de ellos volvieron a su tierra natal después de 1989, pero alrededor de 2 ó 3 millones permanecieron en Pakistán”, explica Butt. “Los campos de refugiados estaban gestionados por diversas organizaciones religiosas, entre ellas las deobandis. Aquí es donde se formaron los futuros líderes talibanes”. La educación siguió siendo fundamental para el Islam de Deoband en todo el sur de Asia. Aunque en Pakistán los deobandis son solo el 20% de los musulmanes sunitas, ellos controlan el 60% de las escuelas coránicas.

“Con el tiempo, los deobandis se radicalizaron. Se oponen a los barelvis, que surgieron en la India en la misma época [su nombre deriva del pueblo de Bareilly]. Por lo tanto, cuestionan el Islam popular y sufí, y en particular la veneración de los santos, porque afirman que es pecado de shirk, es decir, de asociar a alguien con Dios”, prosigue la investigadora. Hasta el día de hoy insisten en la vuelta al Islam de los orígenes, el del siglo VII en Arabia Saudita”. ¿Eso significa que son salafitas? "La principal diferencia radica en la escuela jurídica: los deobandis siguen el madhab de Abu Hanifa, tanto es así que 'deobandi' y 'hanafita' son sinónimos en esta parte del mundo". Los salafitas en cambio no siguen ninguna escuela jurídica y consideran que el Corán y los hadices son las únicas fuentes de derecho para la codificación de la ley islámica.

A este punto es importante recordar que el rigorismo de los talibanes está relacionado con sus características étnicas: “A veces olvidamos que la sociedad afgana es fuertemente tribal. La interpretación que hacen los talibanes de la religión es tan severa porque está relacionada con la cultura pastún. Para los talibanes, las mujeres no tienen derecho a heredar y no necesitan estudiar. Pero eso no se deriva del Islam, según el cual las mujeres pueden heredar el 50% de los bienes familiares, sino de la cultura pastún”. En resumen, la ideología de los talibanes se basa en dos pilares: el Islam deobandi y hanafita, y su origen étnico-tribal pastún.

La victoria que han obtenido en Afganistán potenciará ahora a todos los movimientos radicales y yihadistas de la región, porque han demostrado que en veinte años no solo se puede ganar la guerra sino también crear otro estado islámico (el primero fue el chiíta de la República Islámica en Irán), que los talibanes en Pakistán también querrán replicar en su país. Algunas ramas de al-Qaeda (que siempre ha estado cerca de los "estudiantes coránicos" y en competencia con el Estado Islámico de la provincia de Jorasán, ISKP) han felicitado el nacimiento del nuevo Emirato. Ahora es probable que los talibanes intenten suprimir las células del Estado Islámico presentes en Afganistán. Queda por ver si tendrán éxito y de qué manera, pero "en este caso es sólo una cuestión de competencia estratégica por el control del país", aclara Butt. "El Islam no tiene nada que ver".