Cristianos iraníes condenados a cinco años de prisión por apostasía

Tras la apelación, la sentencia se redujo a tres años, con libertad bajo fianza -con la obligación de firmar- y pena en suspenso. Entre los cargos figuran la "difusión de propaganda falsa" contra el Estado y actividades educativas "desviadas". La Provincia Oriental informó del caso de un detenido que fue condenado por tenencia de alcohol y murió en la cárcel tras ser azotado.


Teherán (AsiaNews) - Las autoridades iraníes de la ciudad de Karaj condenaron a tres cristianos conversos a cinco años de prisión, pena que luego fue reducida a tres años de prisión en suspenso -con la obligación de firmar-, tras un proceso de apelación. Los cristianos convertidos fueron acusados de "propaganda" contra el Estado por abandonar el Islam. La sentencia se dictó el 22 de agosto, pero la noticia recién se dio a conocer en los últimos días. Según los informes de la ONG activista Article18, con sede en Londres y a la vanguardia en la denuncia de las violaciones de la libertad religiosa en la República Islámica, los tres conversos (en la foto) son Milad Goudarzi, Ameen Khaki y Alireza Nourmohammadi. 

Los cargos de acusación por lo que fueron condenados incluyen "difusión de propaganda falsa" contra el Estado y "actividades educativas desviadas, que contradicen el Islam", es decir, profesar una fe distinta a la musulmana. El veredicto de primera instancia también obligaba a cada uno de los acusados a pagar una multa de unos 1.500 dólares.

Posteriormente, los jueces les concedieron la libertad bajo fianza mediante el pago de casi 9.000 dólares. Tendrán que presentarse al menos una vez a la semana en la comisaría, con la obligación de firmar durante los próximos seis meses. En noviembre de 2020, las fuerzas de seguridad allanaron sus casas y confiscaron numerosos objetos personales, como ordenadores, teléfonos móviles y libros religiosos. Al final del juicio, los investigadores devolvieron los objetos personales, pero los libros sagrados (cristianos) permanecieron secuestrados por la autoridad judicial.

Según la legislación iraní, la evangelización, la labor misionera y la conversión al cristianismo pueden constituir delitos punibles con hasta 10 años de cárcel. La distribución de literatura cristiana en persa es ilegal. Oficialmente, no existe el delito de apostasía en el Código Penal (fue abolido en 1994) y la última ejecución por este delito fue en 1990. Sin embargo, los jueces pueden condenar a un acusado por abandonar el Islam basando su sentencia en fetuas (edictos religiosos de expertos en derecho islámico). 

Por último, el sistema penitenciario iraní ha informado del fallecimiento de un detenido que fue "azotado hasta la muerte" por tenencia de bebidas alcohólicas. Al parecer, Hadi Atazadeh, de la provincia de Azerbaiyán oriental, murió mientras cumplía una pena de prisión y era azotado por posesión de alcohol. La sentencia se dictó hace un año y medio, pero su familia nunca pudo acceder oficialmente al contenido del veredicto, ni estar al tanto del tiempo que pasaría en la celda y el número de latigazos que recibiría (según la ley iraní, por consumo de alcohol, el máximo es 80).

En un vídeo difundido por la familia, en el que se muestra el ritual islámico de lavado y purificación, se puede ver el cuerpo del hombre con la espalda marcada por los golpes infligidos por el verdugo, que le habrían provocado la muerte. Las autoridades penitenciarias rechazaron las acusaciones de la familia, pero no ofrecen una versión clara y convincente de la muerte, escudándose en los supuestos dolores de estómago que aquejaban a Hadi. Otras versiones de los medios de comunicación estatales hacen referencia al suicidio, a la muerte por Covid-19 o a la intoxicación, pero ninguna se apoya en pruebas convincentes.