El Papa, en el Día del Migrante: acoger sin prejuicios y sin miedo

"No cerremos las puertas a la esperanza". "El Espíritu Santo no quiere cerrazones; quiere apertura, comunidades acogedoras donde haya espacio para todos". "Cualquier cerrazón pone una distancia con los que no piensan como nosotros. Esta -lo sabemos- es la raíz de muchísimos, grandes males en la historia: del absolutismo que ha generado muchas veces dictaduras y de tanta violencia hacia los que son diferentes".


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "No cerremos las puertas a la esperanza" de los migrantes y refugiados, y acojamos a estas personas, pero hagámoslo "sin prejuicios y sin miedo". "El Espíritu Santo no quiere cerrazones; quiere apertura, comunidades acogedoras donde haya espacio para todos". En el Día del Migrante y del Refugiado, a la hora del Ángelus se congregaron en Plaza de San Pedro miles de personas, entre ellas muchos grupos y asociaciones de migrantes.

La acogida de quienes se ven obligados a abandonar su patria es uno de los temas que preocupan especialmente al Papa Francisco, y hoy volvió a referirse a ello. "Hoy celebramos el Día Mundial del Migrante y del Refugiado, que este año tiene por lema 'Hacia un nosotros cada vez más grande'. Es necesario caminar juntos, sin prejuicios y sin miedo, poniéndonos al lado de los más vulnerables: los migrantes, los refugiados, los desplazados, las víctimas de la trata y los abandonados. Estamos llamados a construir un mundo cada vez más inclusivo, que no deje a nadie fuera. Me uno a todos los que celebran este día en distintas partes del mundo".

Cerrar, dividir, excluir y juzgar fueron los temas centrales que el Papa abordó hoy antes del rezo de la oración a María. Francisco comentó el Evangelio del día y puso en guardia sobre una tentación -obra del diablo- presente en el mundo y en la Iglesia: la de crear grupos que creen poseer la verdad.  A los apóstoles que quieren impedir que un hombre expulse a los demonios porque no forma parte de su grupo, Jesús les responde invitándoles a no poner obstáculos a los que trabajan para el bien. "Porque toda cerrazón pone una distancia con los que no piensan como nosotros. Esta -lo sabemos- es la raíz de muchísimos, grandes males en la historia: del absolutismo que ha generado muchas veces dictaduras y de tanta violencia hacia los que son diferentes". "Porque el diablo, que es el que divide -esto es lo que significa la palabra 'diablo'- siempre insinúa sospechas para dividir y excluir a la gente".

Y "que Dios nos libre y guarde de la mentalidad del 'nido', la de resguardarnos celosamente en el pequeño grupo de los que se consideran buenos: el sacerdote con sus fieles seguidores, los agentes de pastoral replegados para que nadie se infiltre, los movimientos y asociaciones en su propio carisma particular, etc. Todo esto corre el riesgo de convertir a las comunidades cristianas en lugares de separación y no de comunión".

Luego del Ángelus, el Papa también expresó su "cercanía y solidaridad con los afectados por la erupción del volcán en la isla de La Palma, en las Canarias". Pienso especialmente en los que se han visto obligados a abandonar sus hogares. Pidamos por estas personas que atraviesan tantas pruebas y por los socorristas, rezando a la Virgen, venerada en esa isla como Nuestra Señora de las Nieves”.

Por último, Francisco recordó que "hoy, en Bolonia, será beatificado el padre Giovanni Fornasini, sacerdote y mártir. Párroco celoso de la caridad, no abandonó a su rebaño durante el trágico período de la Segunda Guerra Mundial, sino que lo defendió hasta derramar su sangre. Que su testimonio heroico nos ayude a afrontar las pruebas de la vida con entereza".