Dos escuelas comunitarias en Karachi para combatir la deserciĆ³n escolar
de Shafique Khokhar

En uno de los países con mayor índice de analfabetismo y deserción escolar, la Escuela Comunitaria de Caritas intenta que los niños vuelvan a las aulas. Mansha Noor (Caritas Karachi): "Un signo tangible para crear conciencia"

 


Karachi (AsiaNews) - Para combatir el problema del abandono escolar prematuro, Caritas Pakistán inauguró el 28 de septiembre dos centros educativos comunitarios en Mir Khan Goth y Yousaf Goth, en la parroquia de San Miguel de la arquidiócesis de Karachi.

Con el proyecto de las Escuelas Comunitarias, Caritas se propone ofrecer educación escolar de nivel primario a los niños que han abandonado la escuela por problemas económicos o porque deben trabajar en la calle. Es una educación de tipo no formal, fuera del itinerario escolar clásico, cuyo objetivo es facilitar la reinserción escolar de todos aquellos niños que se han visto obligados a dejar la escuela. "Caritas Pakistán está firmemente comprometida en la lucha contra el analfabetismo y el abandono escolar prematuro en nuestro país", explica Mansha Noor, secretaria ejecutiva de Caritas Pakistán Karachi. “Estas escuelas comunitarias también son una señal tangible para crear conciencia en los niños y en los padres sobre la importancia de la educación para el futuro de las generaciones jóvenes”.

Según una encuesta reciente de Human Rights Watch, más del 50% de la población pakistaní sigue siendo analfabeta (casi el 57% de los adultos no saben leer) y alrededor de 22,5 millones de niños no van a la escuela ni tienen acceso a la educación escolar básica. La mayoría son niñas. Pero lo más preocupante es la tasa de deserción escolar, una de las más altas del mundo: se calcula que cada año 5 millones de niños interrumpen sus estudios y no completan la educación primaria.

Amir Robin, coordinador nacional del programa de educación no formal de Pakistán, dijo en su discurso que “la educación es esencial para nuestros niños: son el futuro de nuestro país. Los niños bien educados son una riqueza no solo para sus familias sino para la sociedad en su conjunto. La educación es un derecho humano fundamental y como país debemos hacer todo lo posible para garantizarlo”.

Al concluir la ceremonia, en presencia del padre Ashir Ifitakhar, párroco de San Miguel, se distribuyeron libros de texto, material escolar, bolsas y mochilas a los niños presentes. “Siempre me gustó ir a la escuela y soñaba con volver - dijo Ribka, una niña de 12 años -. Hoy mi sueño se ha hecho realidad gracias a Caritas y algún día espero ser también maestra”.