Guerra de aranceles: apertura de Biden, pero se mantienen los aranceles de Trump

Se perfila la estrategia comercial de Washington hacia Beijing. Representante comercial de Estados Unidos: diálogo abierto para la plena aplicación del acuerdo de enero de 2020, ignorado en gran medida por los chinos. Se espera el restablecimiento de exenciones específicas para las exportaciones de China. Siguen los indicios de deshielo entre ambas partes: posibilidad de un encuentro cara a cara entre Biden y Xi Jinping.


Washington (AsiaNews) - Diálogo para presionar a los chinos a fin de que respeten la "Fase uno" del acuerdo comercial firmado con Donald Trump; la posibilidad de imponer nuevos aranceles; sinergia con los aliados para dar forma a las reglas del comercio justo (en clave anti-Beijing).

Estos son los puntos principales de la estrategia comercial - bastante vaga, según muchos observadores - hacia China que expuso ayer Katherine Tai, representante comercial de Estados Unidos, en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington. Cuando asumió en el mes de enero, el presidente Joe Biden declaró que su administración analizaría los efectos en la economía nacional de los aranceles que impuso su predecesor contra los productos chinos.

Para encontrar una solución a la guerra comercial que desató Trump, en enero de 2020 Estados Unidos y China firmaron un acuerdo preliminar en el que Beijing se comprometió a incrementar la compra de bienes y servicios a Estados Unidos en unos 184.000 millones de euros - en comparación con los niveles de 2017 - para fines de 2021. Como destacó Tai, el objetivo no se ha cumplido.

Según la Enviada Comercial de Estados Unidos, el Acuerdo de Trump no abordó de manera significativa las preocupaciones fundamentales de Estados Unidos sobre las prácticas comerciales desleales de China, aunque ha traído algunos beneficios, por ejemplo, para el sector agrícola estadounidense.

Después de criticar las políticas comerciales "unilaterales" de Trump, Biden las confirmó en los hechos. Funcionarios de su administración han descartado que estén en curso negociaciones para una "Fase Dos". Tai explicó que el gobierno de Estados Unidos está enfocado en la correcta aplicación del primer acuerdo y no espera reformas significativas por parte de Beijing. Washington se centra principalmente en las ayudas del Estado chino como los subsidios al comercio, un tema que no se aborda en la Fase Uno.

A principios de septiembre circularon informes de prensa sobre el posible lanzamiento de nuevos aranceles punitivos para contrarrestar las subvenciones industriales de Beijing. Tai dijo que el gobierno mantendrá abiertas todas las opciones para proteger la economía nacional, pero agregó que Estados Unidos restablecerá exenciones específicas para las exportaciones chinas.

Los críticos de los aranceles de Trump, sobre todo las multinacionales, señalan que las barreras arancelarias no han logrado reducir el déficit comercial con China. Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, en los primeros siete meses de 2021 el déficit comercial con los chinos alcanzó los 161.500 millones de euros y en el mismo período de 2020 había sido de 140.600 millones.

En los últimos tiempos se han observado algunas señales de distensión entre las dos partes en conflicto, como lo demuestra la reciente liberación en Canadá de Meng Wanzhou, administradora financiera de Huawei. Estados Unidos la acusa de haber violado las sanciones internacionales contra Irán. Tai está dispuesta a reunirse con el viceprimer ministro chino Liu He, quien está a cargo de las negociaciones comerciales con Washington. Según el South China Morning Post, después de la conversación telefónica entre Biden y Xi del 10 de septiembre, entre mañana y el fin de semana se reunirán en Suiza la máxima autoridad diplomática del gigante asiático, Yang Jiechi, y el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan. Es probable que los dos enviados también hablen sobre un posible cara a cara entre sus presidentes.