HRW: Los soldados de Ankara disparan contra migrantes afganos que huyen de los talibanes

El grupo de activistas recogió testimonios y relatos de varias familias que huyeron. El ejército turco viola los derechos humanos y alimenta el sufrimiento de una población sumida en la miseria. Los contrabandistas los abandonan en la frontera, mientras los militares los rechazan. El llamamiento a los gobiernos y organismos internacionales.


Estambul (AsiaNews/Agencias) - Los soldados turcos rechazan a los refugiados afganos y los empujan a cruzar la frontera con Irán. Así se violan derechos humanos y se hace sufrir a una población ya sumida en la miseria por la violencia en su país de origen, controlado por los talibanes y escenario de sangrientos atentados. Es lo que denuncian los activistas de Human Rights Watch (HRW), en un informe elaborado tras entrevistar a las personas que huían y documentar los abusos que sufrieron. 

Varios refugiados, algunos de los cuales fueron rechazados, dijeron que los militares turcos los golpearon y los expulsaron en grupo mientras intentaban cruzar la frontera. En la confusión provocada por los procedimientos de deportación, varias familias fueron separadas y ahora luchan por reencontrarse. El analista de HRW Belkis Wille afirma que las autoridades de Ankara "niegan el asilo a los afganos que tratan de huir para ponerse a salvo". Y los soldados, añade, "tratan a los refugiados de una forma brutal".

A nivel mundial, Turquía es el país que aloja el mayor número de refugiados: 3,7 millones son sirios con estatus de protección temporal y más de 400.000 refugiados y migrantes proceden de Afganistán, Irak y otros países. Tras la toma de poder de Afganistán por parte de los talibanes en agosto, Turquía se enfrenta a una nueva ola de refugiados.

Entre el 25 de septiembre y el 11 de octubre, HRW entrevistó a seis familias que habían huido de Afganistán tras la caída de Kabul el 15 de agosto y se escondían en territorio turco para evitar ser deportadas a Irán. Llegaron a Turquía a través de Pakistán e Irán. Los contrabandistas los escoltaron hasta la frontera montañosa con Turquía en plena noche, para luego abandonarlos a su suerte, mientras los soldados de Ankara disparaban sobre sus cabezas. 

Un hombre contó que fue golpeado con la culata de las armas y que varias personas sufrieron fracturas en manos, brazos y piernas. Otro hombre informó de que los soldados "golpeaban a las personas con las que se cruzaban" hasta que sangraban. Por último, los activistas de HRW hacen un llamamiento a la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), a los gobiernos y a otros agentes para que monitoreen, documenten y contrarresten los rechazos en las fronteras turcas. "Los gobiernos con embajadas en Turquía deben apoyar al país para que registre y proteja a los solicitantes de asilo afganos" y presionar a Ankara para que "permita a todas las agencias que trabajan con los refugiados asistir, ayudar y proteger a todos los afganos, inclusive aquellos que no están registrados".