Beijing construye bases militares en suelo tayiko para controlar Afganistán
de Vladimir Rozanskij

Al parecer, los chinos están desarrollando un antiguo puesto de avanzada soviético cerca del corredor de Wakhan. El objetivo es impedir la infiltración terrorista en territorio chino. Los talibanes afganos prometieron expulsar a los extremistas uigures, enemigos de Beijing. Rusia, atenta a los movimientos de China en la región.


Moscú (AsiaNews) – China está construyendo bases militares y puntos de observación en la frontera entre Tayikistán y Afganistán. El objetivo de Beijing es controlar la amenaza de las guerrillas afganas más extremistas. En un lugar no especificado ubicado en la provincia de Badajshán -no muy lejos del Corredor de Wakhan-, los chinos muestran su ambición de controlar la región e incluso adiestran a las fuerzas tayikas.

Lo más probable es que los militares chinos utilicen para ello un antiguo puesto de avanzada soviético cercano (véase la foto 2), en el que están presentes desde hace algunos años, para vigilar esta zona montañosa estratégica. Allí erigieron torres de observación y otras estructuras defensivas. Los gobiernos chino y tayiko niegan la presencia del contingente de Beijing pero los corresponsales locales de Radio Azattyk mostraron algunas fotos del complejo, que ha sido fuertemente desarrollado en los últimos meses.

A partir de conversaciones con varios exponentes y ex miembros de las estructuras de poder en Tayikistán y Afganistán, y con residentes locales, los periodistas y analistas de Azattyk calcularon la fuerza militar china. El número total de soldados de Beijing crece a pasos agigantados con la justificación de que se procura garantizar la seguridad en la región. China desarrolló el proyecto militar basándose en las conflictivas relaciones entre el gobierno tayiko y los talibanes.

La principal preocupación de Beijing sigue siendo el control de los combatientes uigures en Afganistán, a quienes se los acusa de intentos de atentado en Xinjiang. En una entrevista con Azattyk, Haiyun Ma, profesor de la Universidad estadounidense de Frostburg, señala que "la situación en Afganistán es bastante resbaladiza para los chinos, considerando las relaciones entre los talibanes y los terroristas uigures, pero Beijing debe intentar cooperar con el régimen de Kabul".

Los habitantes del lado tayiko del corredor de Wakhan informan que los drones militares sobrevuelan constantemente la zona, y que se usan otras tecnologías de vigilancia en los alrededores. Dos entrevistados dijeron tras el anonimato que habían visitado las instalaciones militares varias veces antes del golpe de Estado talibán. Aseguraron que allí trabajaba personal chino junto con tayikos y afganos e intercambiaban información a ambos lados de la frontera. Este equilibrio se rompió, como confirma otra fuente anónima del gobierno de Dusambé.

De hecho, ya no se ven afganos (talibanes) en las negociaciones con los militares chinos y tayikos, que solían tener lugar cada dos meses. Basándose en fuentes militares afganas y tayikas, Azattyk escribió a principios de octubre que los talibanes habían expulsado a los extremistas uigures de Afganistán -país que comparte una frontera de 76 kilómetros con China. Se trataría de extremistas del "Partido Islámico del Turquestán", enemigos jurados de Beijing. Ya operaban en Afganistán en los años ‘90, cuando el país estaba bajo el control talibán, y las relaciones jamás se interrumpieron desde entonces. Alejarlos de las zonas más candentes no significa entregarlos a los chinos. En este sentido. la presión excesiva podría tener consecuencias desastrosas, llevando a los uigures a fusionarse con los restos del ISIS dispersos por la región.

El verdadero centro neurálgico de todos los movimientos militares y económicos es el corredor de Wakhan, que linda con la frontera china y está encajonado entre Tayikistán y Pakistán. China está interesada en recuperarlo como punto de tránsito para la nueva nueva Ruta de la Seda (la Belt and Road Initiative). Si bien hace muchos años, los rusos cedieron el control de la zona a los chinos, siguen vigilando el área con sus fuerzas activas en Tayikistán: unos 7.000 hombres, en los alrededores de la capital, Dusambé. En este enfrentamiento entre las grandes potencias mundiales, lo que está en juego no es solo el control de Afganistán, sino de toda Asia.