Kabul, mueren de hambre y de frío en los campos de desplazados

Se agrava la crisis humanitaria en Afganistán. Los hospitales colapsan por la falta de ayuda humanitaria. Los funcionarios públicos llevan cuatro meses sin cobrar sus salarios. Los esfuerzos diplomáticos no parecen llevar a ninguna parte.


Kabul (AsiaNews / Agencias) - En los campos para desplazados internos de Kabul murieron cinco niños en los últimos días, de frío y de hambre. Las familias habían huído de las provincias para escapar de las represalias de los talibanes antes de que estos llegaran a la capital. En los campamentos no hay instalaciones sanitarias y los niños que nacen quedan sin ropa durante horas. Sin el dinero de la ayuda internacional, los hospitales también están colapsando. "No podemos pagar salarios y suministros debido a la situación económica", dijo Atiqullah Kariq, director del hospital Dasht-e-Barchi de Kabul. "Estábamos acostumbrados a que nacieran 70 bebés por día, pero ahora ha bajado a menos de 15. Teníamos más de 100 parteras, ahora tenemos 6. Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo, pero si no recibimos más ayuda internacional, no podemos volver a trabajar como antes".

Cerca de 9 mil millones de dólares (más de 7,5 mil millones de euros) de las reservas del banco central afgano se encuentran bloqueados en los bancos estadounidenses, y por esa razón no pueden pagar los salarios de los funcionarios públicos. En Herat, cientos de maestros salieron a la calle para protestar porque no reciben su salario desde hace cuatro meses. La gente no puede pagar sus facturas, los maestros se quejan de que no tienen dinero ni medios para llevar a sus hijos al médico. "Consiguen dinero para vivir vendiendo los electrodomésticos, pero ya no les queda nada para vender", dijo Mohammad Sabir Mashal, presidente de la asociación de maestros. Antes de la creación del Emirato Islámico de Afganistán, el 75% del gasto público se financiaba con ayuda internacional.

Por su parte los países vecinos han cerrado sus puertas a los solicitantes de asilo afganos. El gobierno talibán ha dicho que en menos de un mes comenzará a emitir pasaportes nuevamente, pero mientras tanto sigue aumentando el sufrimiento de los que quedaron varados en Afganistán. Human Rights Watch pidió a las Naciones Unidas y otras agencias internacionales que incrementen la ayuda a los afganos que han huido o quieren huir del país. Los que ya escaparon a Occidente necesitan "soluciones seguras y duraderas", y para los que quedaron se debería establecer "un programa controlado de salidas".

En este contexto se debe insertar la participación de los talibanes en la conferencia internacional celebrada ayer en Moscú, a la que asistieron representantes de Rusia, China, Pakistán, India, Irán y cinco "stans" de Asia Central. En la declaración final piden la intervención de la ONU para evitar una crisis humanitaria de proporciones catastróficas, sobre todo ahora que llega el invierno. "La carga principal debe ser asumida por las fuerzas cuyos contingentes militares han estado presentes en este país durante los últimos 20 años" afirmaron, en referencia a Estados Unidos.

Los talibanes siguen asegurando al mundo que son capaces de controlar el país, pero en realidad no tienen los medios para mantener a raya a los combatientes del Estado Islámico, que en los últimos días han llevado a cabo una nueva serie de ataques incluso en Kandahar, cuna del poder de los talibanes.

Rusia y todos los demás países quieren evitar la inestabilidad y la infiltración de "extremistas islámicos" (es decir, Isis y al-Qaeda), pero siguen siendo reacios a reconocer al gobierno del Emirato. Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, declaró que era necesario reconocer que "ahora se encuentra en el poder una nueva administración". Y pidió a los talibanes un gobierno más inclusivo, en el que estén representadas todas las facciones étnicas del país. Pero aquí la diplomacia ha llegado a un nuevo punto muerto, porque los talibanes no han dado muestras de querer hacer concesiones.