Daca, enfrentamientos entre hindúes y musulmanes. Las minorías religiosas están dispuestas a abandonar el país
de Sumon Corraya

Desde el 13 de octubre la violencia entre las dos comunidades religiosas se ha intensificado y ahora las minorías se sienten amenazadas. Un fiel católico: "Aquí no hay lugar para nosotros, me voy para protegerme y proteger a mi familia". Continúan las investigaciones tras los enfrentamientos en Chandpur que dejaron un saldo de siete muertos.


Daca (AsiaNews) - Tras los recientes y reiterados ataques contra la comunidad hindú por parte de radicales musulmanes, muchas minorías religiosas se sienten inseguras y quieren abandonar Bangladés. "Vivimos en un país laico donde todas las personas de fe siempre han vivido en armonía - dice Sujon Roy, un joven hindú - pero los recientes ataques violentos contra nosotros ha demostrado que ya no estamos seguros y el gobierno no ha podido protegernos de los radicales islámicos".

Robin Costa, un católico de 45 años, comparte la misma opinión: “Nunca pensé que debería abandonar Bangladés. Esta es mi tierra natal, aquí tengo mi hogar y mis raíces, pero el reciente ataque contra los hindúes ha demostrado que no hay lugar para las minorías en este país". En declaraciones a AsiaNews, Robin explicó que para protegerse a sí mismo y a su familia, está planeando marcharse a cualquier país cristiano, tal vez a Europa o Canadá; también explicó que los costos para migrar al exterior son bastante prohibitivos para él, pero en este momento no ve otra alternativa: "Los radicales musulmanes seguirán persiguiéndonos y van a ganar. Nosotros saldremos del país y ellos se apoderarán de nuestras tierras".

La violencia se ha intensificado desde el 13 de octubre porque un grupo de fundamentalistas musulmanes atacó un templo hindú en el distrito sur de Chandpur cuando se difundió la noticia de la profanación de un ejemplar del sagrado Corán. En la última semana continuaron los enfrentamientos entre los dos grupos, en los cuales perdieron la vida siete personas (dos hindúes y cinco musulmanes). Unidades especiales se han sumado a las operaciones en curso para investigar los incidentes y arrestar a los culpables.

Ayer la policía detuvo a Iqbal Hossain, presunto responsable de la profanación del Corán en el templo hindú de Comilla. La policía hizo saber que Iqbal era un vagabundo que vive en el barrio. Esta versión provocó el escepticismo de Rana Dasgupta, secretario del Hindu Buddhist Christian Unity Council: “Un vagabundo nunca haría algo así por su propia iniciativa. Hay alguien detrás que quiere socavar la armonía religiosa y las autoridades deben hacer todo lo posible para detener y castigar a los verdaderos responsables”.

La violencia de los fundamentalistas islámicos va en aumento y todas las minorías se sienten en riesgo: "En nombre de todos los cristianos, expreso la mayor solidaridad con los hindúes por el ataque que han sufrido", dijo Nirmol Rozario, presidente de la Asociación Cristiana de Bangladesh. "Nos enfrentamos a continuos ataques contra las minorías y eso socava los cimientos de la armonía religiosa. En esta situación, exigimos un castigo ejemplar para los culpables de los ataques"..

Ain o Salish Kendra, una organización de derechos humanos de Bangladesh que documenta ataques contra las minorías, calcula que desde 2013 se han producido 3.679 ataques contra hindúes en el país. En estos ataques murieron 11 hindúes y 862 resultaron heridos.